Re:Más Allá

Abro "nuevo rol":

La gente está desapareciendo.Nadie sabe por que.No aparecen cadáveres,amenazas ni se piden recompensas por rehenes.Solo hay denuncias de desaparición.Un día,ante nosotros,una pequeña bola de luz hace acto de presencia.Tras entrar en contacto con nuestro cuerpo,empieza a extenderse por el mismo,haciendo que cambiemos de forma.Tras el doloroso proceso,nos damos cuenta de que no somos los de siempre.Nuestra especie no es la misma siquiera.Tras unos minutos,la esfera se separa de nosotros y se funde en nuestro pecho,no pasando nada esta vez.Es entonces cuando nos damos cuenta de que no estamos donde realmente deberíamos estar en ese momento.Nada a nuestro alrededor nos suena.Estamos en un mundo enorme,con diversidad de especies,civilizaciones y culturas.¿Por qué estamos ahí?¿Qué era esa esfera?¿En qué nos convierte el hecho de haber entrado en contacto con eso?

Pues a partir de ahí se desarrolla el plot.El tema de personajes.Podemos ser nosotros(recomendado) o inventaros un pj.Como os sea más cómodo.

La forma a la que cambiamos será la del disfraz de "Identidad Velada"(como especie,no como individuo).Si vuestra forma fue humano a secas,elegid otra.Pero consultadme antes,por favor.En lo referente a las formas.Las de carácter evolutivo(Pkmn,Dgmn...) empiezan en su etapa más básica.En el caso de los Digimon se permitirá empezar en "In training" o "Fresh".

Procedo a poner la ficha:

-Nombre y apellidos(poned como queréis que se os llame en el caso de que seáis vosotros):
-Edad:
-Nacionalidad*(solo en el caso de no ser vosotros):
-Transformación inicial(en el caso de que seáis de este):
-Elementos:

Mi ficha:

-Nombre y apellidos:Maximillian Prower.
-Edad:21-
-Transformación inicial:Moguri.
-Elementos:??? y ???

Explico lo de los elementos brevemente,ya que es un tema que se tratará más adelante.Cada persona tendrá afinidad por dos elementos de los siguientes:

Fuego,Viento,Agua,Planta,Metal,Cristal/Frío,Electricidad o Tierra.

Cada elemento se lo asignará a cada uno otro jugador.No me seáis simplones y asignad algo que os parezca adecuado para dicha persona.Por lo tanto,esto se rellenará cuando haya un mínimo de 3 usuarios.

Eso es todo.A postear.

-Nombre: Ángel
-Edad: 19
-Transformación inicial: Feather Gust (mi lindo poni alado)
-Elementos: Sin asignar

-Nombre y apellidos: Kagi Futatsu (Franky para los amigos)
-Edad: 20
-Transformación inicial: Anthuga (Nombre provisional para la especie basada en las Tortugas Ninjas)
-Elementos: -

-Nombre y apellidos:Narfest
-Edad:16
-Transformación inicial:Zorua(Pokemon)
-Elementos: Sin asignar

[Empezamos]

14/07/2015.18:00

Oah,que verano más aburrido está siendo.Como siempre,vamos.Pero algo raro está sucediendo,y es que la gente está desapareciendo.Bien es verdad que no es una cantidad masiva,pero sí alarmante.Y por todo el globo.La verdad es que da un yuyu curioso.Ahora mismo me encuentro en mi cuarto,estudiando.

-Yo:Esto era un 6,puta Socorro...

Un chasquido suena a mi espalda.Sobresaltado,me giro.Una esfera blanca,de no más de 5 centímetros de diámetro,flota en el aire.

-Yo:No puede ser...

Me aparto de la esfera.Si es lo que es,no estoy seguro de querer acercarme.Y,seamos sinceros;me he acojonado a base de bien.


La esfera se acerca a mi.Cuando toco la pared,sé que no hay remedio.Alzo la mano derecha y la toco.La esfera empieza a recorrer mi cuerpo,cubriendo y rodeando el brazo con el que la he tocado.Allí por donde pasa,pelaje blanco bastante suave crece.Mi brazo y mano encojen,lo cual despierta un primer grito agónico.Escucho como las sillas del salón se mueven.Cierro la puerta y empujo un pequeño armario de una patada,para así poder empujar luego el escritorio que está junto a él.El pomo de la puerta se mueve,pero todos los objetos evitan el paso.El cambio se extiende por mi torso,cubriéndose del mismo pelaje y encogiendo.A su vez,en la espalda surgen unas alas naranjas con una forma que a algunos recordaría a las de un murciélago.

-Yo:¡AGH!

Empieza a extenderse hacia el otro brazo,realizando los mismos cambios.Desciende ahora por las piernas.Las cubre del mismo pelaje y las encoge.Una pequeña cola surge al final de mi columna[pero no tipo bola,sino tipo Bugs Bunny,aunque más pequeña y blanca,claro].Al llegar a los pies,además de cubrirlos,cambia su forma,siendo más pequeños y redondeados,con solo tres dedos.Además,bajo ellos hay almohadillas rosadas.

-Yo:Por favor,date prisa...

Por último,empieza a subir por mi cabeza.La parte inferior de mi cara y la nariz se unen,formando un pequeño morro.La nariz cambia y forma una pequeña trufa de color rosado.Todo esto acompañado de recubrimiento por pelaje blanco,así como dos bigotes por mejilla.

-Yo:¡AGH!¡JODEEER!

Sigue subiendo.Tras cubrir toda mi cabeza con el pelaje,entra en mis orejas y las hace crecer.Cojo una de ellas.Es enorme,y tiene un anillo de pelaje amarillo cerca de uno de los extremos.En la coronilla surge un filamento muy largo,en el extremo del cual surge un pompón de color anaranjado.

-Yo:Por fin...

Pero no.Se mete en todos los orificios y poros del cuerpo,cambiando mis órganos,reestructurando los huesos restantes y los músculos que faltaran.Con un último cambio de ojos y en las cuerdas vocales,los cambios finalizan.Me tumbo en el suelo.Me levanto a los pocos segundos.

-Yo:Ahora sí que sí,kupó...

Cierro la boca.Echo un vistazo a mis temblorosas,peludas y pequeñas manos.Cojo el pompón y lo examino,seguido de un rápido vistazo a la planta de los pies.

-Yo:¡No puede s-!¡Agh!

La esfera empieza a separarse de mi,deshaciendo todos los cambios y dejándome con mi aspecto anterior.Tembloroso,me pego a la pared.

-Yo:No te acerques...

Avanza rápidamente hacia mi.Esta vez,en vez de cambiarme,se funde en mi pecho.Toco la zona donde ha entrado en contacto conmigo,pero no hay nada.Tras unos minutos,me levanto y aparto los muebles para poder abrir la puerta.Al atravesarla,no es un pasillo lo que encuentro,sino una casa bastante destartalada con un jardín delantero lleno de flores de diversas formas y tamaño.Escucho como la puerta que acabo de atravesar se cierra a mi espalda.Al girarme,no hay nada.

-Yo(blanco como la leche):Oh,mierda...

Me despierto bruscamente al recibir un golpe de agua helada en la cara. Inmediatamente después escucho una voz masculina.

-Voz: Hora de despertar.

Me encuentro en una pequeña habitación. Estoy sentado en una silla y tengo las manos atadas detrás del respaldo. Estaría todo a oscuras si no fuera por la luz de una lampara que hay encima de la mesa que tengo en frente. Cuando ya termino de orientarme, veo andando delante de mí a un individuo con un traje de cuero negro que le cubre y se le ajusta a todo el cuerpo. Lleva hombreras y brazales de metal. Pero lo que más destaca es el casco negro que lleva, similar a los que hay que usar para montar motos.

-Yo: ¿Donde estoy...?

Me pega en la cara con una de sus grandes manos, la cual me fijo que sólo tiene tres dedos.

-Hombre: ¡Más alto, blandengue, y no olvides que soy yo el que hace las preguntas!

Golpea la mesa en un intento de intimidarme, lo cual logra porque ya me había llevado un guantazo del desconocido.

-Hombre: ¿Qué caparazones hacías husmeando en nuestra guarida?, empieza desde el principio y no te dejes nada, ¿eh?

Aún conmocionado, intento hacer memoria.

-Yo: Yo... estaba en mi cuarto, en mi casa, acostado en la cama y viendo cosas en mi portátil. Era por la mañana...

"Estaba tan tranquilo cuando de repente recibí un mensaje de un amigo para que fuéramos al cine en unas horas. Yo me molesté porque me había avisado con muy poco tiempo, pero no tenía ningún plan para aquel día, así que acepté la invitación. Avisé a mi madre que me iría en un rato y que seguramente no almorzaría en casa. Me fui vistiendo mientras bicheaba cosas en el portátil. Terminé de vestirme y apagué el ordenador. Fui al cuarto de baño para mear antes de irme. Cuando ya me estaba lavando las manos, miré al espejo y me llevé un buen susto. Una esfera verde había salido del reflejo. Sin darme tiempo a soltar un grito, se estampó en mi cara y se extendió por todo mi cuerpo, provocándome cambios y haciéndome mucho daño. Cuando por fin terminó, me levanté y me miré de nuevo en el espejo. Me llevé otro susto. Lo que reflejaba el espejo era un ser que sólo había visto en series y en cómics. Me había convertido en una tortuga ninja. Estaba acojonadísimo. Estaba a punto de correr del cuarto cuando volví a mi forma original. Miré nervioso a todos lados hasta que localicé la misma esfera verde. Se acercó a mí de nuevo y se introdució en mi cuerpo ignorando mi resistencia. Me quedé sentado en el suelo con la espalda apoyada a la pared por varios minutos. No me hacía a la idea de lo que acababa de pasar. Me levanté y abrí la puerta para salir del cuarto de baño. Pero no fue hasta que salí cuando me di cuenta que ya no estaba en mi casa. Y cuando quise regresar, la puerta ya había desaparecido. Fue ahí cuando apareció alguien y me golpeó en la cabeza. Eso es todo lo que recuerdo."

-Yo: Yyyy... aquí estamos.

-Hombre: Uoh... no sé cómo he podido dejar que me soltaras toda esa mierda sin darte una hostia para que cerraras el pico.

Golpea de nuevo la mesa.

-Hombre: ¡Deja de jugar conmigo y dime ahora mismo para quién trabajas si no quieres salir de aquí con alguna extremidad menos!

Se acerca a mí con la clara intención de darme un puñetazo.

-Yo: ¡En la cara no!

De pronto, se pueden oír sonidos de lucha al otro lado de la puerta.

-Hombre: ¡¿Y ahora qué?!

La misma puerta es derribada. Entra, alzando una katana, un conejo antropomórfico vestido de samurai.

-Conejo: ¡Vigilante Nocturno!, ¡por la autoridad que me ha concedido mi señor, quedas detenido!

15 de julio, 12:35

Por fin hemos llegado al piso en la playa. Tras un viaje que se me ha hecho bastante largo, por culpa del mareo que tenía encima, puedo sentarme en el sofá del salón. Mis padres no tardan en decirme que me ponga a sacar las cosas de la maleta y ponerlas en su sitio, mientras ellos van con mi hermano al supermercado a hacer unas compras necesarias.

Me pongo a ello, ordenando la ropa y guardándola en los armarios del dormitorio. Oigo un golpe proveniente del salón, que hace que casi pegue un salto. Entro en él, mirando a mi alrededor para tratar de averiguar qué ha sido el ruido. Encuentro una especie de bola brillante flotando en el aire. Aunque me quedo atrás sin acercarme, la bola se dirige hacia mí rápidamente, dándome un golpe en la cara. Inmediatamente después, un dolor insoportable recorre mi cuerpo entero. Mis brazos comienzan a temblar, mis manos toman una forma distinta, siento crujidos en la cabeza y en el torso. No lo aguanto más. El dolor hace que me desmaye.

------------------

Un papel arrastrado por el viento me da en la cara y me despierta. Intento incorporarme, pero siento algo extraño por todo el cuerpo. Tengo que ponerme a cuatro patas, y en lugar de manos y pies, tengo cascos. Un cuero de color blanco me cubre entero. No sé lo que está pasando, pero estoy empezando a tener una idea de en qué me he convertido. Me cuesta acostumbrarme, pero finalmente logro caminar. Al poco tiempo, la esfera que vi antes sale rápidamente de mi cuerpo. Caigo al suelo, transformado otra vez en humano. Estoy asustado, no entiendo lo que está pasando. La esfera flota delante de mí unos segundos, y seguidamente se mete dentro de mí de nuevo, pero esta vez sin efecto aparente.

Miro a mi alrededor. Estoy en una especie de gasolinera que parece llevar décadas cerrada, y aparte de eso lo único que veo es una carretera que se extiende hasta el horizonte. A mi derecha, oigo el sonido de un motor que se acerca en la distancia. Rápidamente me escondo en la parte trasera del edificio.

Oigo cómo un vehículo se detiene, las puertas se abren y escucho pasos. Hay al menos dos personas.

- Voz 1: Bueno, aquí es.

- Voz 2: Vaya sitio más soso, tío.

- Voz 1: Eso es porque aún no hay nada preparado. En menos de un año va a estar irreconocible. Saca la cámara, anda.

Escucho cómo abren el maletero del coche y sacan algo de él. Inmediatamente después oigo como si algo rodase por el suelo y entrase dentro del edificio. A través de la ventana de atrás, veo cómo el interior de la gasolinera se ilumina.

- Voz 1: Vale, ya tiene las medidas. Vámonos.

- Voz 2: ¿Ya está?

- Voz 1: ¿Ves lo fácil que es? Este cacharro lo soluciona todo.

Se vuelven a meter en el coche, y escucho cómo se alejan. No tengo ni idea de qué iba la cosa, pero supongo que ya lo averiguaré. Me incorporo, y me asomo por una esquina. A lo lejos el coche cada vez se hace más diminuto, hasta desaparecer en el horizonte.

Miro a mi alrededor.Solo hay una arboleda.Y antes que perderme todavía más,es mejor arriesgarme a ver si me pueden ayudar en esta casa.Si resulta que me expongo a un peligro,ya me cagaré en mi yo del pasado.Cruzo el jardín y llamo a la puerta.Escucho un sonido proveniente del interior.Un chaval algo mayor que yo,con grandes ojeras y el pelo desaliñado,me abre la puerta.

-Chaval:¿Sí?

-Yo:Buenas tardes.Esto...Eeh..Me he perdido y te agradecería s-

-Chaval(señalando a mi espalda):Por allí está Kevlar.Si vas en dirección contraria encontrarás Aigino.

Va a cerrar la puerta,pero pongo el pie entre ésta y el marco para evitarlo.

-Yo:Por favor.Ne-

Veo un fulgor,y al segundo estoy en el suelo.La mano izquierda del chaval mira hacia mi,palma abierta.

-Chaval:¡DÉJAME EN PAZ,JODER!

-Yo:Soy de otro mundo.

Plof.Ahora pensará que estoy loco y sí que no me ayudará.O a saber,porque me acaba de tirar al suelo con una puñetera onda energética.Se me queda mirando.

-Chaval:...¿Qué?

Me levanto y sacudo el polvo.

-Chaval:Tu camiseta...

Me toco la espalda.Hay dos hendiduras por donde antes salieron las alas.

-Yo:Mira,no se lo que ha pasado.Estaba en mi cuarto estudiando y de repente apareció una luz que me transformó en moguri.Parecía-

-Chaval:Un Ideya...

Se acerca a mi y me ofrece su mano.

-Chaval:Soy Iulius.

-Yo(estrechándosela):Max.

-Iulius:Vamos.Creo que puedo explicarte lo que ha pasado.

Le acompaño al interior.Como parece por fuera,es desordenada,caótica y bastante barroca.

-Iulius(mientras busca por una de las numerosas estanterías):¡Perdona lo de antes!Por donde vivimos no es normal tener visitas...¡Ajá!

Viene hacia mi,cuaderno en mano.Se acerca a un ordenador y pone una silla junto a la suya haciéndola levitar.

-Iulius:Siéntate,por favor.¿Te apetece algo?

-Yo:Un poco de agua,por favor.

-Iulius:¡Casa,un par de vasos de agua!

Unos vasos de agua aparecen en la mesa.Suelto una risa.

-Yo:Joder,como mola esto.

-Iulius:¿No hay magia en tu mundo?

-Yo:No.

Pienso entonces en eso.Y en lo que ha pasado.Me pongo blanco.

-Iulius:Eh,eh.Tranquilo.

-Yo:...¿Dónde estamos?

-Iulius(mientras teclea):Leudor.Un planeta enorme,lleno de razas,culturas,civilizaciones,magias y tecnología.

Siento algo en la cabeza.Como si conociera algo de esto,pero no estoy seguro.

-Iulius:No todas las civilizaciones son iguales de avanzadas,claro.Aquí puede que encuentres clasificadoras como estas y cybered para contactar con gente de todo el mundo,pero en otras puede que vivan todavía con taparrabos y creyendo que el fuego es magia.Bueno,lo es si lo generas con magia,no con rocas o palitos.[clasificadoras=ordenadores//cybered=internet]

-Yo:Ya...ya veo.

-Iulius:Aquí está.¿Era esto lo que viste?

Una página de un libro antiguo está en la pantalla.En ella hay dibujada una esfera,con información adjunta.

-Yo:Una esfera luminosa,sí.La toqué,se empezó a extender por mi cuerpo y me convirtió unos minutos en moguri.

Sonríe ampliamente.Se levanta y mira sus libros.

-Yo:No sonrías.No te haces a la idea de lo que dolió.

-Iulius:Mis compañeros de la facultad dijeron que estaba loco...

La puerta se abre.Un chico y una chica de edades similares a Iulius entran.

-Iulius:¡Topapa!¡Solei!¡He encontrado a un Domador de verdad!

Los recién llegados me miran.

-Solei(la chica):¿Él es un Domador de Almas?

Se acercan a mi.Me levanto.

-Yo:¿Qué es un Domador de Almas?

-Topapa:Ni sabe lo que es.

-Yo:Eh,no hables de mi como si no estuviera presente.

-Iulius:Lee lo que hay bajo la imagen,Max.Esa será la prueba definitiva.

-Solei:Si es capaz,lo creeré.

Miro el monitor.

-Yo:"Los Ideyas son esencias de especies que un Domador de Almas puede absorber para cambiar a dicha especie.Tras una fase de adaptación de varios minutos,el Domador mostrará su forma tal y como sería de haber nacido de dicha especie.Para sacar a relucir los Ideyas..."

Hago lo indicado.Una esfera de luz blanca aparece desde mi pecho y empieza a flotar a mi alrededor.

-Yo:"Puede que no quiera volver a dicha forma debido al dolor de la fase de adaptación,pero no debe preocuparse.Solo dolerá la transformación en dicha fase.El uso de la transformación hará que el tiempo de espera de transformación,siendo inicialmente 1 hora y 15 de uso,se acorten,pudiendo estar permanentemente en la forma deseada al poco de empezar a usarlo.No habrá diferencia con cualquier otro individuo.Será totalmente de dicha especie.No obstante,la personalidad puede verse levemente alterada en cada forma."

Miro a mis acompañantes.Parece que no dan crédito a lo que oyen.

-Yo:"Además,la forma humana,pues los Domadores venimos de un planeta en el que solo existen humanos,pasará a ser un Ideya más,sin diferenciarse de los otros.Dicha forma irá cambiando paulatinamente hasta pasar a ser de la raza Hume.Un Domador tendrá que ejercer contacto directo con una de sus almas(Ideya tras unirse al Domador) para transformarse.Cuando el Domador sea capaz de mantener el tiempo que desee la transformación,instintivamente sabrá como cambiar sin tener que mostrar las almas."

Les miro de nuevo.

-Yo:¿Tengo que transformarme o es suficiente con esto?

-Topapa:N-No.Es suficiente.

Guardo el alma.Los tres se acercan rápidamente y me abordan con una gran cantidad de preguntas acerca de la Tierra.Resignado,no tengo más que contestarles.

______________________________________________________________________________________________________

-Yo:Y eso es todo.

Se han llevado 3 puñeteras horas haciéndome preguntas sin parar.No obstante,siguen mirándome,como si esperaran algo.

-Yo:...¿Qué?

-Solei:¿No tienes curiosidad por...ya sabes...transformarte?

-Yo:Sí,pero...me da miedo.Es una flipada que me encanta y meto en mis roles a la mínima que puedo,pero ahora...Me aterra.

Se miran entre ellos.

-Yo:Los roles son historias escritas.Al menos los que hago yo.

No dicen nada.

-Iulius:Vamos,transfórmate en moguri.Por aquí no abundan mucho.Hemos visto algunos alguna vez,pero no es normal.

-Yo:...Venga,vale.Si al final me gustará y todo.

Saco el alma.

-Yo:Supongo que no tendréis ropa tamaño moguri,¿no?

-Solei:Te puedo dejar una de mis camisetas.

-Yo:Pff...Bueno,vamos al lío.

Toco el alma.Empiezo a cambiar,pero esta vez la sensación es agradable.Como cuando sientes la brisa en la cara.A los pocos segundos,la transformación termina.Los demás me miran con los ojos como platos.

-Yo:¿Y bien?¿Qué tal,kupó?

Sueltan una risa.

-Iulius:¡Te ha cambiado hasta la voz!

-Solei:¡Y dice "kupó" y todo!¡Que mono!

Miro a otro lado,algo avergonzado.Solei se levanta.

-Solei:Anda,vamos a buscarte algo para estos minutos.

Me pongo en pie y cojo la ropa que he dejado en el sillón.Por suerte,mi camiseta es lo suficientemente grande como para cubrirme hasta la mitad de las piernas.

-Solei(al llegar a su cuarto):Vamos a ver que te puedes poner...

Empieza a rebuscar por sus cajones.Veo que en el cuarto hay un espejo de cuerpo entero.Me acerco a él y,con temor,me miro.El corazón me da un vuelco al ver mi aspecto.

Spoiler:

-Yo:¿E-este es Mogu,kupó?[los moguris casi siempre dicen "Mogu" cuando se refieren a ellos mismos]

Suelto una risilla nerviosa.

-Yo:Esto es muy extraño,kupó.Mogu sekjga...

Pierdo el conocimiento.

[mi voz de moguri es parecida a la de Aang en castellano.Al menos en el capítulo 1.]

Mi opresor tarda pocos segundos en reaccionar, tirando la lampara al conejo. Éste responde rápido deteniendo el objeto con su arma. La lampara queda destrozada, lo que extingue la única fuente de luz que había. Oigo que mueven la mesa que tenía en frente, uno o dos golpes y un quejido del samurai. Al poco, veo otra luz proveniente de una linterna que había sacado el conejo. Me señala con ella y se me acerca. Parecía haber entendido la situación al verme atado y me libera.

-Conejo: ¡Vámonos!

Me coge del brazo y me tira de él para que le siga. Corremos a través de pasillos y salas en las que están luchando los que parecían estar del lado del conejo y del llamado Vigilante Nocturno. Al salir, nos encontramos en un callejón y rodeados de tortugas antropomórficas que llevan chaquetas de cuero y gafas de sol. Éste ultimo detalle lo veo un poco hilarante al comprobar que en el exterior ya era de noche. Otra cosa de la que me doy cuenta es que esos seres se parecen a lo que yo me había convertido en el cuarto de baño de mi casa.

-Tortuga: ¿Cómo os atrevéis a entrar a nuestro territorio y querer hacerle daño al Vigilante Nocturno?, ¡es él quien mantiene las calles limpias!

-Conejo: Siento discrepar, pero los métodos de vuestro líder no son los más correctos y por eso tiene que responder ante la ley.

-Tortuga: Psh, ¡todos los perros del gobierno sois iguales!, ¡a por él!

-Conejo: ¡Ja!, ¡pues este perro no se rendirá sin mostrar sus colmillos!

A pesar de que son cuatro contra uno, el conejo samurai se encarga de ellos fácilmente y sin provocarles daños graves gracias al excelente manejo de sus artes marciales y de su espada. El conejo corre a fuera del callejón y mira a todos lados. Me acerco a él a la vez que mantengo un ojo en las recién derrotadas tortugas macarras.

-Conejo: Se ha ido ese infame criminal.

Coge un walkie-talkie que llevaba en algún lado y comunica por el aparato que la operación ha terminado y que en la zona hay cuatro miembros de la banda del Vigilante Nocturno inconscientes. Tras recibir una respuesta satisfactoria, se gira y me mira.

-Conejo: Eres libre, ciudadano. No hace falta que me agradezcas, sólo vuelve a casa.

-Yo: Eeeh... no creo que pueda.

-Conejo: ¿Mh?, ¿qué quieres decir?

-Yo: Pues... que no creo que mi casa quede cerca... no, no reconozco nada de esto, no sé dónde estoy.

-Conejo: ¿Sabes al menos que estás en la ciudad de Ailgino?

-Yo: No, es la primera vez que oigo ese nombre.

-Conejo: ¿Y ni si quiera sabes cómo has llegado?

-Yo: Tampoco, llegué aquí sin darme cuenta, no lo sé...

El samurai mira al cielo nocturno.

-Conejo: Es tarde.

Vuelve a posar su mirada en mí.

-Conejo: Mi turno ya ha terminado con esto, y conociendo al Vigilante Nocturno, sé que va a tomarse su tiempo antes de volver a las andadas. Lo mejor que podemos hacer es pasar la noche en el hogar de mi madre. No está lejos. ¿Te parece bien?

-Yo: Aah... claro, no me queda otra.

-Conejo: De acuerdo, sígueme.

Empezamos a andar.

-Conejo: Mi nombre es Kiba Yojimbo, del clan Yojimbo, y soy un samurai al servicio del señor de Ailgino, Giotto Dibond. Dime,¿cómo se te conoce en tu tierra natal?

-Yo: Eeh... me llamo Kagi Futatsu, pero muchos amigos me llaman Franky.

-Kiba: Franky, ¿cierto? Ese nombre es bastante común entre muchos miembros de las pandillas y bandas mafiosas que infectan esta ciudad.

-Yo: Mh, curioso.

Al rato llegamos a una modesta casa que no parece destacar de entre las que hay alrededor. Kiba hace sonar el timbre. No pasa mucho antes de que abra la puerta una "coneja" antropomorfa en albornoz y con un par de gafas.

-Kiba: Madre.

-Madre de Kiba: Kiba, ¿qué te trae por aquí?, ¿ha pasado algo?

-Kiba: Nada de lo que preocuparse... de momento.

Dice esto mientras me mira.

-Kiba: Este joven humano desorientado es Kagi Futatsu, aunque en de donde viene es llamado Franky. Franky, esta es mi madre, Mimi Yojimbo, del clan Yojimbo.

-Mimi: Es un placer, Franky.

-Yo: Igualmente.

-Kiba: El pobre chico parece estar perdido y me pareció lo más sensato traerlo aquí para hablar con privacidad y descansar.

-Mimi: Entiendo. No os preocupéis, pasad.

Y así lo hacemos. Mimi prepara té para los tres. En estos momentos estamos sentados alrededor de una mesa en una pequeña habitación con algunas estanterías y una tele. No estoy acostumbrado al té, pero lo bebo poco a poco por no hacer el feo.

-Kiba: ¿Qué te parece si nos cuentas los detalles, Franky? Quizás así saquemos algo en claro o alguna pista.

-Yo: Vale, aunque la escena del flash-back ya la he sacado en el anterior post, así que voy a resumir. Estaba en mi casa cuando una esfera verde brillante apareció, se metió en mi cuerpo y me transformó en una tortuga... antropomórfica. Luego volví a la normalidad y aparecí en otro mundo distinto al mío... o eso creo.

Veo los rostros perplejos de los anfitriones.

-Kiba: Guau, suena grave... ¡voy a llamar lo antes posible a un doctor que pueda atenderte!

El joven conejo está a punto de levantarse, pero su madre le retiene poniendo la mano en su hombro.

-Mimi: ¡No, detente! Creo recordar oír historias similares del maestro Shelf. Lo mejor que podemos hacer es ir a verle mañana. Es posible que sepa algo y nos ayude.

Kiba se tranquiliza y vuelve a sentarse apropiadamente.

-Kiba: De acuerdo, tenemos un plan entonces.

-Mimi: Ya es muy tarde. Aconsejo que vayamos a dormir. Tiene pinta de que mañana será un largo día.

Sin tener otra opción, me decido a seguir la carretera para ver a donde me lleva. Tras unos 30 minutos caminando, a lo lejos diviso lo que parece ser una especie de poblado sacado de una película del Salvaje Oeste. Cada vez estoy más confuso. Pero con el calor que hace y la sed que me está entrando, será mejor que me acerque para resguardarme del sol y, con suerte, encontrar algunas respuestas.

Llego al pueblo. No se parece nada a lo que me esperaba. Hay vehículos con extrañas apariencias, que se mueven sin necesidad de ruedas, pero la gente viste ropa típica de principios del Siglo XX. En cuanto he llegado, la sensación sofocante del calor ha desaparecido casi por completo.

Todo pueblo del Oeste tiene que tener su salón. Afortunadamente, el de éste es bastante evidente. Un gran letrero iluminado corona a un edificio que parece hecho de madera por fuera. Al entrar, la cosa es muy distinta. Una serie de robots con varios brazos reemplazan a los camareros. Son capaces de llevar al mismo tiempo varias bandejas, con toda clase de bebidas encima, de todos los colores que uno se puede imaginar. Aunque casi todos los clientes son humanos, también hay otras especies, de las cuales algunas me resultan un tanto familiares.

- Yo: <Muy bien, cerebro, es hora de despert->

Uno de los robots camareros se acerca hacia mí. Doy un paso atrás. El androide parece haberse dado cuenta, porque se detiene en seco, y seguidamente continúa acercándose, esta vez más lentamente.

- Robot: ¡Pero qué modales tengo! Siento haberle asustado. No parece ser de aquí. ¿Va a tomar algo, caballero? ¿Whiskey, ron, champagne? ¿Quizás un chupito de vino blanco mentolado?

- Yo: Eh… No, no… Un-Un vaso de agua, por favor.

- Robot: ¡Ahora mismo! Tome asiento, por favor.

- Yo: No, no, si yo no voy a…

Antes de que pueda terminar, el robot empuja un taburete hacia mí, haciendo que me siente, y a continuación me lleva hasta la barra, en la que hay varias personas sentadas. Me deja en un hueco cerca del centro. El androide pasa al otro lado de la barra, saca un vaso y a continuación lo llena de agua. Lo acerca hasta mí.

- Robot: ¡Ahí tiene!

- Yo: G-Gracias.

- Robot: Bueno, ¿qué le trae por aquí? ¿De dónde viene?

- Yo: Ehh… N-No soy de aquí… Yo…

Miro hacia un lado, un hombre sentado cerca de mí lee el periódico. El titular de la noticia que está leyendo hace que se me abran los ojos de par en par.

“LIANDRI PLANEA DOS ARENAS ADICIONALES PARA EL PRÓXIMO TORNEO”

- Yo: ¿L-Liandri?

- Robot: ¿Qué ocurre con Liandri? ¿No sabe lo que es?

- Yo: Sí… Bueno, es que… Lo he visto antes, pero no…

- Robot: ¡Organizan los mayores torneos que pueda imaginar! Cada año, los guerreros más temibles se enfrentan en una serie de arenas, en busca del gran premio que les espera. ¿No es emocionante? Lo televisan en todas las cadenas, y de hecho, el de éste año acaba de empezar. Las rondas de clasificación empiezan esta noche. ¿Por qué no se queda a verlo?

- Yo: El Gran Torneo de Liandri…

- Robot: ¡Así es!

- Yo: ¿…Cuyo campeón ha sido siempre Xan Kriegor?

- Robot: ¡Correcto! Bueno, se ve que sabía algo de los torneos, ¿no? Y van a construir nuevas arenas para el año que viene, una de ellas estará muy cerca de aquí, de hecho. Concretamente van a empezarla en la vieja gasolinera de la carretera de…

- Yo: ¿…La gasolinera que hay antes de llegar a éste pueblo? Pero si he estado allí hace un rato. Vi… Bueno, escuché a unos tipos decir algo sobre tomar medidas en la gasolinera, o algo por el estilo.

- Robot: Representantes de Liandri, sin duda alguna, tomando las primeras medidas para la construcción…

Bruscamente, el robot para de hablar.

- Robot: Espere, ¿qué hacía en ese montón de chatarra abandonada?

- Yo: No, lo sé, de verdad… Estaba en mi casa… Bueno en mi casa no… Pero estaba tan tranquilo, y de repente…

Miro a mi alrededor, y luego me acerco más al robot, hablando más bajito.

- Yo: Una bola brillante me pega un golpe y al poco tiempo me despierto en esa gasolinera transformado en un caballito.

Dudo que me vaya a creer, así que me alejo y miro hacia otro lado. El robot se queda en silencio unos segundos que se me hacen eternos.

- Robot: …Acompáñeme un momento, por favor.

Abro los ojos.Sigo en la habitación de Solei,pero ahora estoy en la cama.Y como humano,además.El trío calavera está a mi lado,observándome.

-Yo:¿Qué ha pasado?

-Solei:Te desmayaste.Me diste un buen susto.

-Yo:Sabía lo que iba a ver,pero...Wow.La impresión fue demasiado intensa.

Miro al espejo.

-Yo:¿Cuanto he estado inconsciente?

-Iulius:Una hora.

Saco la pequeña esfera.

-Topapa:¿Estás seguro?

-Yo:Me tengo que acostumbrar.

Voy a transformarme,pero me detengo.

-Yo:¿Me podéis dejar a solas,por favor?

Me dirigen una mirada desconfiada.

-Yo:No me pasará nada.

Con desconfianza,van saliendo del cuarto.

-Solei:En la silla tienes una camiseta.Para cuando cambies.

-Yo:Gracias.

Cierran la puerta al salir.Tras esto,toco la esfera.A los pocos segundos he cambiado.

-Yo:Vamos,Prower,kupó.Sin miedo.

Me bajo de la cama y me pongo frente al espejo.Por suerte,esta vez la impresión no es tanta.

-Yo:Kupó...Es increíble...

Toco mi cara para luego pellizcarme.No hay duda.Es totalmente real.Agito las alas y me elevo levemente del suelo.

-Yo:Si hasta tengo cola,kupó.

Tras revisarme,me acerco a la silla y cojo la camiseta.Es simple,de color morado y sin estampados.

-Yo:Menos mal,kupó.Ya Mogu se veía con un cachorrito o algo estampado en la camiseta,kupó.

Cojo las cosas que llevaba como humano y me reúno con los demás.

-Iulius:¿Estás bien?

Le sonrío.

-Yo:Perfectamente,kupó.

Me siento junto a ellos,volviendo a la forma humana al poco.Pasamos un rato comiendo,hablando de diversos temas y viendo que vamos a hacer.Decidimos que mañana iremos a Ailgino,a ver si alguien sabe algo.

_________________________________________________________________________________________

10:00

-Topapa:Recuerda que en Leudor existen muchas razas.Por lo que nos has contado,existe incluso la posibilidad de que alguna coincida con una "creada" para vuestros juegos,como tu forma de moguri.

-Yo:Es posible,sí.

-Iulius:Como Domador,también tienes que saber que puedes obtener más Ideyas.

-Yo:¿Cómo?

-Iulius:Hay muchos lugares en los cuales hay salas que siempre están cerradas.Según parece,solo un Domador de Almas podrá abrir las puertas.Y solo las de las salas afines a él.[1 sala por sitio para cada uno]

-Solei:Además,tienes que averiguar tu afinidad elemental.

-Yo:¿Elementos tipo magia o elementos de verdad?

-Solei:Magia,claro.Fuego,Viento,Agua,Tierra,Metal,Cristal,Electricidad o Planta.Cada persona es afín a uno,pero parece que los Domadores los sois a dos.O eso dicen los documentos de la Primera Llegada.

-Yo:Supongo que eso será cuando llegaron los primeros Domadores a Leudor.

-Topapa:Eso dicen las leyendas.Al conocerte,ya sabemos que no son solo eso,sino que fue verdad.

-Yo:Decís la primera.¿Cuantas han habido?

-Topapa:Tres.De momento no sabemos si esta es la Cuarta Llegada o estás tu solo.

-Yo:Espero que no sea lo segundo...

-Iulius:No se que decirte.Los Domadores de Almas llegáis cuando se va a producir algo muy gordo en el planeta.

Me quedo en silencio.Al poco,vemos la ciudad.

-Solei:Supongo que tendrás que comprar ropa también para tu forma de moguri.

-Yo:Sí.No me haría gracia ir todo el tiempo con la ropa que tenía Iulius cuando era niño.Gracias por prestármela,por cierto.

-Iulius:Ñeh.

-Yo:Pero no tengo dinero de esta región.

-Iulius:En Leudor tenemos solo un sistema monetario.

-Yo:¿En serio?¿Y cómo demonios os organizáis?

-Iulius:Porque también es cierto que muchas regiones tienen también divisa propia,y el valor varía según el lugar.

-Yo:¿Cual es la moneda?

-Iulius:La toluria.Una toluria son 100 shneks.300 tolurias son 1 irbis.

Saca su cartera y me enseña unos pocos de shneks y una toluria.

-Iulius:A partir de las 10 tolurias,son billetes.Las tolurias y los irbis están en monedas de 1,2,5,10,20 y 50.

Me da 50 tolurias.

-Yo:No es necesario,hombre.

-Iulius:Tu me dirás como vas a empezar a moverte por Leudor.

-Yo:Pero es una pasta.

-Solei:Nosotros nos llevamos más por conocer a un Domador de verdad que tu por llevarte solo dinero.Créenos.

-Yo:...Como digáis.

Voy a meter el dinero en mi cartera,pero está igual de hecha mierda que siempre.Cojo la bolsa que los chavales me entregaron.Es muy pequeña,pero tiene la capacidad de albergar muchos objetos.Bendita magia.

-Topapa:¿Vas a entrar como humano?

-Yo:Bueno,puedo estar unos 40 minutos como moguri ya,y mi tiempo de espera no será superior a los 30,supongo.Quizás sea mejor entrar,quitarnos de encima lo de comprar y luego vamos a investigar.

Me voy a una zona apartada,donde me transformo y cambio de ropa.

-Solei(sonriendo):Que mono te queda el petito.

-Yo:A Mogu le da vergüenza llevar esto,kupó.Vamos a darnos prisa,por favor.

Entramos en la ciudad.

-Yo:<<Veamos que clase de especies hay aquí,kupó.>>

-Nombre y apellidos: Pandora "Pandi" Lawliet
-Edad: 20
-Transformación inicial: Ralts
-Elementos: Nothing yet

El robot me lleva a un pequeño despacho en la parte trasera del edificio, cerrando la puerta una vez hemos entrado. Empieza a dar vueltas alrededor de la habitación.

- Robot: ¿Es posible? ¿Será realmente uno de ellos…?

- Yo: ¿Un qué?

- Robot: Un Domador de Almas…

Dice estas últimas palabras más lentamente, y bajando el tono de voz.

- Robot: Aún tengo algo de eso guardado en mi memoria, hace años que no le echo un vistazo. Si me permite, deme unos segundos.

De una ranura que hay en un lado de su cuerpo, comienza a salir un folio impreso. Después otro, y otro. En total hay tres páginas. Una de ellas contiene texto, las otras dos son dibujos hechos a mano.

- Robot: ¡Aquí está! Vamos, lea, no se corte.

Me pasa las tres páginas. Leo el encabezado de la primera.

“Domadores de Almas. Observaciones realizadas por Camdrim Dismon.”

“Antes de entrar en detalles, explicaré brevemente qué son los Domadores de Almas y qué los caracteriza. A fecha de hoy, 3 de junio de 247E, Leudor ha sido visitada en dos ocasiones por Domadores de Almas. Tuve la oportunidad de hablar con uno de ellos, así que dispongo de suficiente información como para elaborar un texto informativo que quizá un día ayude a futuros Domadores, si es que vuelven alguna vez.”

“En primer lugar, los Domadores de Almas provienen de un mundo mucho más pequeño que el nuestro, cuyo nombre es, según ellos, Tierra. Las diferencias entre nuestro planeta y el suyo son notables. La primera, y más evidente, es la ausencia de magia. Consecuentemente, algunos tardan en acostumbrarse a ella, especialmente al hecho de que la tratamos como algo normal y corriente. Otra diferencia es el número de especies inteligentes. En la Tierra se reduce a únicamente los humanos.”

“En segundo lugar, trataremos los denominados Ideyas. Toman la apariencia de pequeñas esferas luminosas, que permiten a un Domador absorber de ellas la “esencia” de una especie concreta, y transformarse en ella. La primera transformación es dolorosa y sólo pueden mantener la nueva forma durante un corto periodo de tiempo, pero este aumenta poco a poco con el uso. La forma humana inicial pasa a convertirse en un nuevo Ideya al que pueden volver en cualquier momento. El proceso para extraer el Ideya es sencillo, según me explicó el Domador con el que pude hablar, y está descrito en el siguiente párrafo.”

- Yo: ¿Tengo que hacer esto?

- Robot: Es lo que le permitirá saber si es un Domador.

Me da miedo, pero sigo las instrucciones al pie de la letra. Tras unos segundos, una esferita sale de mi cuerpo y empieza a flotar delante de mí. El robot comienza a pegar botes.

- Robot: ¡Sí, lo sabía! ¡Lo sabía lo sabía lo sabía…!

- Yo: ¿De verdad tengo que hacerlo…?

- Robot: ¿No le hace ilusión?

- Yo: Bueno… No sé… La otra vez fue muy doloroso.

- Robot: Pero acaba de leer que sólo ocurre la primera vez. ¿No es cierto?

- Yo: Bueno, eso es verdad…

Aún con dudas, toco la esfera. Al contrario de lo que me esperaba, la sensación no es dolorosa en absoluto. A los pocos segundos, la transformación finaliza. El robot me observa en silencio.

- Robot: …Woaah…

- Yo: ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué soy…?

Salimos a los pocos minutos de desayunar con el objetivo de ir a ver al tal maestro Shelf. Ahora que está todo iluminado por la luz del sol, puedo ver el aspecto de la ciudad, o por lo menos de la zona por la que paso. Pasamos por barrios formados tanto por casas tradicionales japonesas como casas y pisos que podrías encontrar en nuestro mundo actualmente. A medida que vamos avanzando, veo a los habitantes de la ciudad. Me fijo que la mayoría pertenecen a la misma especie que de las tortugas macarras de ayer. Pero también los hay que pertenecen a otras especies, como conejos, ratas o ratones e incluso cocodrilos. Todos ellos con cuerpos antropomórficos.

Ahora nos encontramos en una zona comercial, donde hay tiendas y restaurantes. Allí veo cómo todos tratan y hablan con los demás de forma tan natural como lo harían con cualquier miembro de sus respectivas especies. Pero todo ese ambiente idílico de convivencia que tanto me gusta ver se termina con el desagradable sonido de un arma de fuego. Dirigimos nuestras miradas a un modesto restaurante, del que creímos que vino el sonido. Del establecimiento salen corriendo unos humanos trajeados y portando armas de fuego.

-Kiba: ¡¿Los Blanke?!

Segundos después, otros que salen del restaurante son triceratops humanoides.

-Triceratop: ¡Al suelo!

Se echan al suelo antes de que el lugar del que salen estalle. Mimi nos había tirado al suelo para no recibir daños.

-Yo: ¿Y esos?

-Kiba: Los triceratons de Salramon. Ambos son organizaciones criminales.

Los llamados "triceratons" se levantan, cogen sus armas de fuego y empiezan a disparar a los hombres de negro. Estos se esconden detrás de vehículos cercanos y responden al tiroteo. La gente de alrededor corre despavorida.

-Mimi: ¡Esto es muy peligroso, vamos!

Nos levantamos y empezamos a correr. Kiba coge walkie-talkie y empieza a llamar refuerzos, pero aparece y nos bloquea el paso uno de esos dinosaurios humanoides.

-Triceraton: ¡¿La pasma?!, ¡ocúpate de tus propios asuntos, muerde zanahorias!

Golpea al conejo con su fuerte brazo y lo manda a volar por los aires.

-Mimi: ¡¡KIBA!!

Agarra una barra de hierro que había acabado por ahí cerca debido a la explosión. Con una velocidad que me pilla desprevenido, golpea al triceratons en las rodillas, haciéndole perder el equilibrio para luego asestarle en la mandíbula y derribarlo. Tras acontecer el clásico "la madre que defiende a su hijo", suelta la barra y corre a socorrer a Kiba. Estoy por seguirla cuando uno de esos hombres me coge por el cuello con su brazo y me apunta con un arma a la cabeza.

-Hombre de negro: ¡Déjame usarte de escudo, chaval!

-Yo: ¡Por favor, no!

De pronto, el hombre es derribado. Me giro y veo al Vigilante Nocturno. Sería luego cuando pensaría que ese nombre carecería de sentido si también "trabajaba" por el día.

-Vigilante Nocturno: No en mi guardia. Aparta, ya arreglaremos cuentas un día de estos.

Corre armado con una cadena hacia la pelea central. Yo por mi parte voy a ver cómo está Kiba. Al llegar, Mimi ya está examinando el brazo de su hijo a cubierto del tiroteo detrás de un camión.

-Yo: ¿Cómo está?

-Mimi: Tiene el brazo herido, puede que hasta esté roto.

-Kiba: Tranquilizaos, no soy tan débil.

El orgulloso conejo se levanta.

-Kiba: ¡Tengo que detenerlos!

Obviamente, Mimi le detiene.

-Mimi: ¡Ahórrate la escenita del "samurai valiente", jovencito! Estás herido, te superan en número y tienen armas de fuego, ¡sé realista!

-Kiba: ¡Franky, te lo ruego, ayúdame!

-Yo: Lo siento, pero la he visto partirle la cara al grandote de antes.

Se empiezan a oír sirenas.

-Hombre de negro 2: ¡Mierda, ya vienen!

-Hombre de negro 3: ¡No importa, hemos cumplido con el objetivo! ¡Corriendo!

Todos los involucrados comienzan a irse. Kiba se escabulle de nosotros, coge la katana con su brazo sano y apunta al Vigilante.

-Kiba: ¡No debiste presentarte, el día nunca ha sido tu aliado!

-Vigilante Nocturno: Soy un tipo bastante sociable si me dejan. Y ahora, si me disculpas, peludito.

Tira al suelo una bola que estalla en humo, lo que le ha permitido desaparecer cuando se puede volver a ver con claridad. Me acerco al frustrado samurai.

-Yo: No me dijiste que el Vigilante era un Batman.

-Kiba: Un... ¿qué?

Los coches patrulla llegan. De ellos se bajan tortugas antropomórficas vestidas de policías. Uno de ellos se acerca a nosotros mientras los demás peinan la zona.

-Policía: Capitán Kiba, maestra Mimi, lo sentimos mucho por llegar tarde.

-Kiba: No se preocupe, teniente Lach, al menos se han ido con el rabo entre las piernas.

-Lach: ¿Está herido?

-Kiba: Nada que un samurai no pueda aguantar.

-Lach: Me alegra oírlo. Al final hemos traído coches de más. ¿Iban a algún lado en específico? Podría acercarlos.

-Kiba: Esa es una muy buena propuesta, ya que nos estamos retrasando más de lo debido.

-Mimi: Vamos al hospital, tienen que verte ese brazo.

-Kiba: ¡Pero madre...!

-Mimi: ¡No me discutas!

-Kiba: ¡Pero tenemos que llevar a Franky al maestro Shelf! Tú misma dijiste que esto podía ser muy importante.

La madre respira hondo y reflexiona.

-Mimi: Le dejamos en la escuela ninja y luego vamos al hospital, ¿contento ahora?

-Kiba: ... Sí, madre.

-Lach: Vale... sí estamos todos de acuerdo, seguidme entonces.

Tardamos poco más de un cuarto de hora en coche en llegar a la entrada de una pequeña fortaleza tradicional japonesa, o al menos ese es el aspecto que me parece que tiene.

-Lach: Y aquí está la escuela ninja, tal y como me dijisteis.

Me bajo del vehículo.

-Kiba: No te preocupes, Franky, volveremos en cuanto terminemos.

-Mimi: Y no te pongas nervioso, el maestro Shelf es una muy buena persona.

Asiento. Nos despedimos y se alejan montados en el coche policía. Ahora miro la supuesta escuela.

-Yo: Mierda... no estoy seguro de lo que hacer ahora.

Estaba solo en mi casa mientras me comía tranquilamente un trozo de pizza que había preparado en el microondas, ya que mis padres habían salido a cenar afuera.

Mientras tanto, veía la tele dándole unos últimos mordiscos a mi pizza, cuando de repente, de la tele salía una bola de luz muy brillante y de color oscura que se dirigía hacia mí, no tuve tiempo de reaccionar porque esa oscura  bola de luz ya se encontraba en mi cuerpo.

De pronto, veía como mi cuerpo brillaba y sentía fuertes pinchazos y dolores en mi torso y extremidades, como si me desgarraran por dentro y yo no paraba de gritar de dolor.

Finalmente me desmayé, ya que no podía seguir soportando ese dolor.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
(Más o menos 1 hora)

Después de un rato, entreabrí mis ojos viendo que no me encontraba en mi casa,  sino en un bosque tirado en el césped por lo que parecía ser también por los árboles y el ambiente que se respiraba.

Aunque estuviera tumbado podía notar todas las agujetas que tenía por los grandes dolores que sufrí, también, noté muchos dolores en la cabeza, cuando intenté rascarme la cabeza noté como mi "mano" no era lo que era, tenía un pelaje rojo  oscuro y en vez de tener dedos tenía unas pequeñas  garras.

Me sorprendí muchísimo y pensaba que era un sueño, e intentaba quitarme mi pata izquierda con la derecha pero obviamente fracasé. Al intentar incorporarme a dos patas  me caí hacia atrás quedándome bocarriba y en ese momento pude apreciar  que todo mi cuerpo era distinto  y diminuto, y tenía por todo mi cuerpo ese oscuro pelaje, que era más oscuro y grueso en la parte del cuello.

Intenté incorporarme rodando de izquierda a derecha, con dificultad lo logré y esta vez intenté ponerme de pié pero esta vez estando de pie a cuatro patas.

Pero de pronto observé que volvió a brillar mi cuerpo y pensando en que sufriría el dolor de nuevo cerré los ojos y me transformé a cabo de un rato en humano.(Llevaba transformado unos 15 minutos)

Abrí los ojos y observé que otra vez tirado en el suelo pero en mi forma original , me levanté y a lo lejos observé una casa, corrí hacia a ella con esperanzas de saber en donde me encontraba, y observé a un anciano sentado  en el jardín de la casa regando sus plantas y me acerqué a él con un poco de timidez.

Parece que las Tortugas Ninja al final se decidieron a salir de las alcantarillas y sentar la cabeza,porque hay cientos de tortugas antropomórficas por las calles.No solo eso.Conejos,triceratops...

-Iulius:¡Eh,no te quedes pasmado!¡Recuerda el tiempo!

-Yo:E-es cierto,kupó.Vayamos ya a comprar.

Buscamos un emplazamiento donde pueda comprar ropa.No hay muchos que vendan para especies no locales,así que tardamos más de lo esperado y el tiempo de transformación pasa.

-Yo(tras volver de cambiarme):Pues a esperar un ratito.

-Solei:¿Cómo sabes cuando está listo de nuevo?

-Yo:Es como un hormigueo por dentro.

Miro a Iulius:¿Y ahora qué?

-Iulius:Podríamos ir a ver a nuestro profesor de Mitología de la facultad.

-Yo:Wowowowowowowowowo.Espera un momento.

-Topapa:¿Qué pasa?

-Yo:¿Mitología en la facultad?¿Eso existe de verdad como asignatura?

-Topapa:No es una asignatura.Es un módulo optativo.

Me encojo de hombros.Vamos hasta donde está la facultad.No es que sea grande,pero si quisieras visitar la universidad entera,te aconsejaría llevar una cantimplora.Solo por si acaso.

-Yo:Que cosa más grande,copón.

-Solei:¿Tú crees?

-Yo:Si solo vuestra facultad es igual de grande que mi facultad más el campus en el que está.

-???:Cuanto tiempo,chicos.

La voz sale de una rata antropomórfica de bastante edad.A primera vista,evidentemente,me recuerda al maestro Splinter,pero a los pocos segundos me doy cuenta de que si ambos estuvieran juntos podría diferenciarlos perfectamente.

-Iulius:¡Profesor!

La rata le da la mano a mis tres acompañantes.Espero que no las haya metido en ningún sitio extraño.

-Profesor:Te veo mala cara,Iulius.Y los tres parecéis cansados.¿Va todo bien?

Me mira ahora a mi.

-Profesor:No me suena tu cara,joven.¿Estudias en esta universidad?

-Topapa:Profesor Kernel...Este chico no es siquiera de por aquí.

La rata enarca una ceja.

-Kernel:¿Cuanto consideras "por aquí",Topapa Deinex?

-Topapa:Este mundo,profesor.

La rata me mira con un brillo especial en los ojos.

-Kernel:¿Eres un Domador de Almas,pequeño visitante?

-Yo:Así es,señor.

Extiende su mano hacia mi.

-Kernel:Kernel Tdess,Doctor en Historia y Geografía de Euskara,continente en el que estamos.

Le estrecho la mano.

-Yo:Maximillian Prower,estudiante de Biología.Y Domador de Almas,aparentemente.

Tras el apretón,se gira.

-Kernel:Vayamos a mi despacho.Allí podremos hablar tranquilamente.

________________________________________________________________________________________

A diferencia de los despachos de mis profesores de la facultad,el de Kernel es gigantesco.Tranquilamente puede ser como toda la planta baja de mi casa.Vaya como se las gastan las universidades de aquí.

-Kernel:¿Queréis algo de beber?

Nos sirve una bebida a cada uno.

-Kernel:¿Te has transformado ya alguna vez,chico?

-Yo:Un par de veces.Aparte de la fase de adaptación,claro.

-Kernel:¿Podría verla?

-Yo:Bueno,no veo por que no.

Saco el Ideya y me transformo.[por comodidad,pondré "Ideya" en vez de alma]

-Yo:Voilà,kupó.

Con calma,toma apuntes en una libreta.Me pincho un poco al ver que no se sorprende demasiado.Pero,pensándolo bien,puede que haya visto una anterior llegada de Domadores.

-Kernel:¿Qué te han contado tus compañeros acerca de los Domadores?

-Yo:Ah,pues bueno...

Procedo a contarle todo.También,a petición suya,le cuento todo lo que me ha pasado hasta ahora.

-Kernel:¿Sabes que puedes conseguir más Ideyas?

-Yo:Mogu no está seguro de querer pasar por la fase de adaptación de nuevo,kupó.

-Kernel:Oh,pero lo harás.Todos los Domadores acaban consiguiendo más Ideyas.Estos os hacen ser más fuertes,entender mejor nuestro mundo,ser mejores mediadores y,además,cada uno alarga la esperanza de vida de todas vuestras formas en 3 meses.Aproximadamente,claro.

-Yo:¿Hay datos de lo último,kupó?

-Kernel:Hay Domadores de otras llegadas todavía entre nosotros.Perdidos en el anonimato,pero los hay.Los Domadores también tenéis una capacidad de aprendizaje mayor.Podéis entender la mayoría de lenguas de Leudor,menos las propias de las especies,tales como el phantomile.Doble afinidad elemental también es una de vuestras características.[las lenguas de especies se entienden en dicha forma,claro]

Se levanta y va a buscar un libro.

-Iulius:¿El Códex?¿Lo tenía usted?

-Kernel(sonriendo):Pero no se lo digas a jefa del Archivo.

El volumen es muy antiguo.Casi da miedo mirarlo,no vaya a ser que se pulverice.

-Kernel:Este libro fue escrito por el primer Domador de Almas que llegó a Leudor.Fue en la ciudad de Nassana donde lo hizo,en su templo.Solo hay 10 copias del libro en todo el mundo.

Con cuidado,va pasando sus páginas hasta que llega a una en blanco.

-Kernel:Pon tu mano en la página.

-Yo:¿No hará nada raro,kupó?

-Kernel:Depende de tu concepto de raro.

Con cierto recelo,pongo la mano en la página.El libro brilla.A mi alrededor se levanta una cálida brisa.Cuando el brillo cesa,vemos como parece renovado.Además,en la página ahora hay cosas escritas.Aparto la mano con celeridad.

-Kernel:Tranquilo.Ya hemos terminado.

Está sonriendo.Coge el libro y lo lee.

-Kernel:Xilliox.Fuego y Viento.

Frunce el ceño.

-Kernel:¿Ya está?

-Yo:Quizás se vaya rellenando solo cuando vaya descubriendo cosas.Vamos,por decir algo.

Guarda el libro.Un teléfono suena.El doctor lo coge y,tras unas palabras,cuelga.

-Kernel:Me encantaría seguir con vosotros explicandoos cosas,pero me temo que el deber me llama.

Tras despedirnos,salimos del despacho.

-Yo:Que de información,kupó.

-Solei:Y muchas cosas que se ha dejado sin explicar.Como que los lugares donde se obtienen Ideyas tienen afinidad elemental.

-Yo:¿Para qué sirve eso,kupó?

Se encoge de hombros.

-Topapa:¿Vas a querer conseguir más Ideyas entonces?

-Yo:Bueno,según parece ayudará a Mogu a entender mejor este mundo,kupó.Y eso puede llevarme a encontrar respuestas,kupó.

-Solei:Dejamos la ropa para luego entonces,¿no?

Asiento.Mis acompañantes me guían hacia un edificio que recuerda a un tempo budista.Al entrar,veo una placa a la izquierda.


-Yo:<<Esto de Nassana le es familiar a Mogu,kupó>>[en el rol olvidamos que existe "Más Allá"]

Miro ahora el interior del templo.Tiene una ornamentación simple,basada en la ilusión del movimiento.En las paredes laterales no hay nada salvo puertas con diversos símbolos en ellas.

-Yo:¿Y ahora qué,kupó?

-Topapa:Ve pasando por las puertas.Solo podrás entrar en aquella cuyo símbolo se ilumine.Existe la posibilidad de que no haya Ideya para ti aquí,claro.

Voy pasando por las puertas.Una de ellas se ilumina,teniendo como símbolo media luna y medio sol.

-Yo:Ahora nos vemos,kupó.

Cruzo el umbral,cerrándose la puerta a mi espalda sin que siquiera la toque.El pasillo que se extiende ante mi es largo y oscuro.Con miedo,voy avanzando.

-Yo:Lo bien que le vendría a Mogu una linterna ahora,kupó.O saber generar fuego,kupó.

Cada vez el pasillo va haciéndose más oscuro.A mi espalda escucho pasos.Empiezo a acelerar el ritmo.Los pasos no cesan.Aun con temor,paro y me giro.No hay nadie.

-Yo:Serían mis propios pasos,kupó...

Sin embargo,empiezan a escucharse de nuevo.El corazón me da un vuelco.La roca del pasillo empieza a crujir.Cambio de forma a humano,lanzando por los aires de camino la ropa que llevaba.No obstante,no cuento con el peso adicional,así que vuelvo a ser moguri y empiezo a aletear.Poco a poco,la luz va apareciendo al final del túnel.Cuando llego,todos los sonidos cesan.Me encuentro con una sala color crema,con un espejo al fondo.A su lado está la ropa que solté antes.En el centro de la sala aparece un Ideya blanco y negro.

-Yo:Otra forma más,kupó...

Respiro hondo y me mentalizo.Tras esto,lo toco.Empieza a extenderse por ambos brazos.A diferencia de la otra vez,lo que toca lo deja sin pelaje,dejando unas manos algo aniñadas.Al llegar al pecho hace lo mismo,tras lo cual empieza a ascender por la cabeza.Entra en mi boca y sustituye los dientes de moguri por unos nuevos,de afilados caninos.La nariz cambia por una trufa negra.Al entrar en los ojos cambian de tamaño,tomando una proporción más humana que los de moguri.Las orejas cambian de forma,siendo ahora zorrunas.El pelo me crece hasta la cintura,siendo de color blancuzco.

-Yo:Aunque...Augh...Duele,no es como la forma de moguri...

Por la parte inferior también empieza a extenderse.Una larga cola de gato me crece,siendo totalmente negra a excepción de la punta,que es blanca.Las piernas me cambian de forma,pasando ahora a tener una pisada digitígrada.A su vez,el pelaje cambia de color a rojo anaranjado.Los dedos de los pies cambian de manera más sutil.Por último,se introduce por todos los orificios,cambiando lo restante y haciéndome crecer hasta el metro cuarenta y cinco.Con una última sacudida,los cambios terminan.

-Yo:Buff...Por fin...

Me acerco al espejo.Si no fuera algo que saqué en un rol,no sabría lo que soy,pues parezco una especie de niño zorro-gato.

-Yo:¿Zorro-gato mágico?

Me toco la cara.Al contrario que la primera vez,no pierdo el sentido.Sonrío.

-Yo:<<Tengo que empezar a buscar magias ya,porque wow...La verdad es que me está molando un cojón esto de transformarme>>

Tras el espejo,una puerta se abre.Tras coger la ropa,salgo de la sala.

[No quería hacer este tochopost,pero así ya está todo claro.Las pruebas para conseguir Ideyas pueden ser de diversa índole.Combates,lo que he puesto,un ser de la raza a la que vas a cambiar te puede poner una prueba...][Mañana intentaré poner un dibujo de mi forma de zorro-gato]

- Robot: ¡Es impresionante! ¡Mucho más asombroso de lo que esperaba!

Intento caminar hacia adelante, pero de nuevo estoy a cuatro patas. Miro hacia abajo. En vez de manos, tengo cascos, y un cuero de color blanco que me recorre el cuerpo entero. Siento algo en los costados, y giro la cabeza para comprobar que es. Un par de grandes alas de aspecto angelical. Empiezo a temblar.

- Robot: ¡Es un pegaso! Hacía bastante tiempo que no veía ninguno.

Me cuesta hablar. La confusión es tan grande que empiezo a dar vueltas en el sitio, agitando las alas. Inconscientemente alzo el vuelo dentro de la habitación, pegándome un golpe en la cabeza con el techo. Caigo de bruces contra el suelo.

- Yo: ¡¿Cómo me quito esto?!

- Robot: ¿Quitárselo? Eso no es un disfraz, ¡es su nuevo cuerpo! Al menos, durante quince minutos, según pone en los documentos que saqué antes.

- Yo: ¡Pero ni siquiera puedo caminar sin caerme de boca!

- Robot: ¡Sólo tiene que acostumbrarse! Ahí también pone que puede mantener más tiempo la transformación cuanto más la realice, ¿no es cierto?

- Yo: …No-no sé. No sé si esto me gusta.

[15 minutos después]

“Los Domadores de Almas también poseen una afinidad elemental similar a la nuestra, solo que en su caso son afines a dos elementos en lugar de uno. En algunos de ellos, su potencial mágico es tan palpable que cualquier mago con un poco de experiencia puede determinar sus elementos fácilmente. El chaval con el que hablé era afín al Agua y a la Tierra, por dar un ejemplo. Una vez descubran su afinidad elemental, los Domadores pueden obtener nuevos Ideyas en templos que coincidan con sus elementos.”

- Yo: ¿Dónde voy a encontrar un mago?

- Robot: ¿Qué…? Ah, bueno, es cierto, en su mundo no existe la magia… Veamos… Aquí es algo de lo más normal. Algunos saben más que otros, pero casi todo el mundo es capaz de realizar algún que otro hechizo básico.

- Yo: ¿Cómo qué?

- Robot: Levitación, generar pequeñas llamas, cosas así. Lo que le interesa ahora más que nada es averiguar su afinidad elemental. Magos hay a montones, pero que tengan experiencia… ya es otra cosa. Lo más sencillo sería acercarse a la tienda de magia del pueblo. Está junto en frente de este salón. No tiene pérdida.

- Yo: Pues para allá voy.

- Robot: Una cosilla más.

Una nueva página a color sale del costado del autómata. Parece un mapa.

- Robot: Aquí tiene. Un mapa actualizado de la región de Evedel. Le será útil cuando vaya a buscar más Ideyas.

- Yo: Gracias.

- Robot: Y ahora, si me disculpa, tengo que volver al trabajo. ¡Ya me contará!

-----------------------------------------

Salgo por la puerta trasera del edificio. Doy la vuelta y me dirijo a la tienda de magia que ha mencionado el robot. Al entrar, me doy cuenta de que es mucho más pequeña de lo que parece por fuera. Hay un timbre sobre el mostrador. Le doy un toque.

Un hombre alto con grandes barbas sale de la trastienda. Me sonríe.

- Hombre: ¡Muy buenas! ¿Qué necesitas?

- Yo: Hola. Ehhh…. Quisiera saber mi afinidad elemental.

El hombre me mira con cara rara.

- Hombre: ¿Cómo? ¿Tan mayor y aún no la sabes…?

Antes de que siga, saco mi Ideya y éste comienza a flotar en el aire. La luz celeste que emite llena la oscura habitación.

- Hombre: Un Domador de Almas… Es increíble… Está bien. Siéntate ahí.

Señala a un banquito que hay cerca del mostrador. Hago lo que me dice. Sale del mostrador, y haciendo un gesto con la mano, una llama de color morado aparece en su palma. Ésta se acerca y comienza a dar vueltas alrededor de mí y de mi Ideya. La llama vuelve a su mano y deletrea una palabra, que no logro ver desde donde estoy.

- Hombre: Viento...

La llama da más vueltas y forma otra palabra.

- Hombre: …Y Metal.

- Yo: ¿Viento y Metal?

- Hombre: Así es. Supongo que vas en busca de más Ideyas, ¿verdad?

Asiento.

- Hombre: En ese caso, te interesará ir al Bosque de Wimux. Está al este de nuestro pueblo.

- Yo: Espere.

Saco el mapa que me ha dado el robot, y lo despliego encima del mostrador.

- Yo: ¿Puede señalármelo?

- Hombre: Nosotros estamos aquí, en Baymire. Al norte está Ailgino, al sur Kevlar… Y aquí, al este, está el Bosque de Wimux. Hay un templo justo aquí. Lo encontrarás fácilmente.

- Yo: Ajá. Gracias.

- Hombre: De nada. Ve con cuidado, ¿eh?

------------------------------------------

Me dirijo rápidamente hacia el este. Dejo atrás a Baymire, y la cierta sensación de seguridad que sentía allí. Miro atentamente a mi mapa, y comienzo a seguir la carretera. No parece quedar muy lejos.

Tras unos 45 minutos caminando, por fin llego al bosque. Un pequeño letrero de madera clavado en el suelo lo indica: “Bosque de Wimux”. Justo al lado hay una pequeña fuente. Estoy de suerte, porque la sed me estaba matando. Entro en el bosque siguiendo el caminito que hay.

Un rato después me topo con lo que parece ser una especie de templo cavado en una gran roca. Una placa al lado dice lo siguiente:
--------------------------------------------------------
Templo de Wimux.    
Elementos afines: Viento, Metal, Planta.
--------------------------------------------------------
Me da cosa entrar, más que nada porque parece estar muy oscuro, pero hago de tripas corazón, y me adentro en el templo. La única fuente de luz son los huecos que hay en el techo, que permiten la entrada de la luz del día, pero hay zonas que son completamente oscuras.

Llego a unas escaleras, que se adentran en el suelo hasta donde alcanza la vista. Pongo el pie en el primer escalón, y un extraño escalofrío recurre mi cuerpo entero. De repente, los escalones se aplanan, caigo de culo y me deslizo hasta abajo. Alzo la vista, y en el centro de la sala a la que he llegado, bastante más iluminada por la luz natural, hay un pedestal con un Ideya de color verde claro.

Me acerco lentamente, siendo el único sonido audible el de mis pisadas. La esferita está ahí, esperando a que la toque. Con algo de miedo frente a la incertidumbre, la toco con el dedo. Inmediatamente comienza a extenderse por mi brazo, haciendo que pegue un bote. Me cubre todo el cuerpo de cuello para abajo, sintiendo cómo estoy disminuyendo rápidamente de tamaño. Es algo doloroso, pero no tanto como la primera transformación. Se extiende hasta mi cabeza, y siento que empieza a cambiar de forma y tamaño.

- Yo: Treecko, tree…

Me llevo las manos a la boca, y siento algo raro en ellas. Son verdes y sólo tienen tres dedos. Lo mismo en los pies: Verdes y con tres dedos. Noto algo detrás de mí. Tengo una cola de color verde oscuro, en la que siento un leve cosquilleo. Me toco la cara. Creo que sé en qué me he convertido…

Spoiler:

No puedo creerlo. El dolor sentido durante la transformación hace que deje finalmente deje de pensar que todo esto se trata de un sueño. Pero es extraño. Normalmente entraría en pánico, pero por alguna razón me siento calmado. ¿Tendrá que ver con la transformación?

Salgo del templo. La sensación en el bosque es mucho más distinta a la de antes. Hay una suave y agradable brisa, y siento la hierba húmeda bajo mis pies. El aire es limpio, y el canto de los pajarillos es relajante. Otra sensación más es el rugir de mi estómago. Caigo en la cuenta de que llevo bastante sin comer, y tengo mucha hambre. Miro a mi alrededor, y a unos diez metros de mí distingo lo que parece ser un manzano. Estoy de suerte. Sin embargo, al llegar a él, me doy cuenta de que mi diminuta estatura no me permite alcanzar ninguna manzana. Entonces miro mis manos. ¿Podré trepar por el árbol? Sólo hay una manera de averiguarlo.

Pongo una mano sobre el tronco, y a continuación un pie. Efectivamente, noto como si de alguna manera me quedase pegado, y tras unos segundos, logro llegar a una de las ramas del manzano. Mi premio me espera: Una suculenta manzana roja. Con el hambre que tengo, no puedo evitar comerme más de una. Cuando ya estoy lleno, me siento en la rama con la espalda apoyada en el tronco y los pies colgando por los lados, y en pocos minutos me quedo frito.

Una vez que me aproximé a la casa, el anciano percató de mi presencia y dirigió su mirada hacia mí.

- Anciano: oh, ¿qué hace un joven como tú en estos lares?

Preguntó mientras dejaba la regadera y se acercó a mí. Me encontraba algo nervioso, ya que era la primera vez que hablaba con aquel hombre barbudo.
- Yo: Hola. Buenas, estoy algo perdido porque nunca había estado en este bosque y necesitaba algo de información-Dije mientras me rascaba la cabeza.

-Anciano: bueno, nos encontramos ante el magnífico y precioso bosque de Wimux,- dijo mientras sonreía-Por cierto….-dijo pensando-Cómo te has perdido en este bosque-me dijo con inquietud.

-Yo: bueno, verá….estaba tranquilamente en mi casa comiendo una rica pizza mientras veía la tele cuando de pronto apareció una bola de luz oscura y al instante entró dentro de mi cuerpo y me desperté siendo un zorro en este bosque. Pero después de un rato volví a ser un humano, puede parecer que sea una locura y yo esté loco, pero es la verdad.

-Anciano: Vaya, que cosa tan…¡intrigante!- exclamó el anciano con mucho entusiasmo,-espera joven, entra a mi casa creo que sé algo sobre eso- me dijo mientras me invitaba al entrar a su casa y yo Acepté.

Al entrar en la casa me sorprendió mucho su estilo decorativo rústico adornado de una bella chimenea y un gran sofá de color rojo, y una pequeña mesa de mimbre. Me senté en aquel sofá rojo mientras el anciano se fue a otra sala.

Pasado unos minutos volvió el anciano llevando en sus brazos un gran, viejo y polvoriento libro. Me extrañé mucho al ver ese libro y lo soltó sin cuidado alguno en la mesa y sentí como aquella mesa crujió y como temblaba el suelo.

-Anciano: ¡Eureka! ¡Estaba en lo cierto eres uno de los míos!-Dijo sonriendo mientras me veía con mucha ilusión.
-Yo: Espera… ¡¿Que!?-me dejó muy extrañado y algo asustado y pegándome más al sofá.

-Anciano: tengo ganas de ver cuál es tu ideya- Dijo mientras me agarraba de los hombros sonriendo muy feliz.

-Yo: espera… ¿¡ideya!?-Más extrañado de lo que estaba en ese momento.

-Anciano: si, si joven, tu eres un domador de almas al igual que yo- Dijo mientras abría aquel libro y buscaba una cierta página que ponía la introducción de quiénes eran los domadores de almas. En ella, se decía que los domadores de almas eran personas con poderes muy especiales y que era muy fácil diferenciarse de los unos a los otros ya que sus elementos eran únicos y diferentes a los demás, y también poseían el poder de transformarse en otras especies de seres místicos, pero para ello necesitaba el poder de los ideyas, que deberían obtener en templos en función de sus elementos.

Observé más debajo de esa página una imagen de los ideyas y eran parecido al aquel orbe oscuro que se metió dentro de mi cuerpo.

-Anciano: primero necesitas saber tus elementos-dijo mientras agarra una mano mía y en mi palma aparece un símbolo mientras él recitaba unas palabras en otro idioma que yo desconocía.-¡Listo!, tus elementos son Agua y tierra. Tendrás que buscar ahora tu respectivo templo para poseer una nueva Ideya. Según recordar…..tu respectivo templo no queda muy lejos de aquí, tienes suerte. Dirígete todo seguido al Norte y lo encontrarás en el lago.

-Yo:¡gracias!-Dije mientras me despedí del abuelo y me dirigí hacia el Norte.

Paz y tranquilidad, qué gratificante. Mis padres están en el campo y mi hermana salió por ahí. Y yo por fin puedo disfrutar de un poco de calma en el sótano, donde puedo huir del calor sofocante. Me encontraba en uno de los sofás, jugando a Animal Crossing, cuando noto un ruido extraño. Le bajo el sonido a la consola, intentando averiguar la procedencia del sonido, pero no oigo nada más aparte del leve crujido de la leña a mi lado. Me incorporo, dejando la consola a un lado y veo, flotando en mitad del sótano, una bolita brillante.

Cuando quiero darme cuenta, la bolita sale disparada hacia mí y me atraviesa. Comencé a sentir un dolor inimaginable en todo el cuerpo, un dolor que me atravesaba los huesos y taladraba mi cráneo. Intenté no gritar, pero al final acabé desmayándome por el dolor.

Al abrir los ojos de nuevo, no sé cuánto tiempo después, noté una suave brisa con olor a hierba que me alarmó. Me levanté con cuidado, pero me mareé y volví a caer al suelo. Desde mi posición pude ver… Pelo. Pelo verde. Un largo flequillo de color verde me tapaba gran parte de los ojos. Al alzar la mano pude contemplar con horror cómo mi brazo se había convertido en una patita blanca y puntiaguda. Al mirar abajo también descubrí que mis piernas se habían convertido en dos patas cubiertas por un vestido blanco. Me toqué la cabeza y encontré dos protuberancias sobresaliendo de mi cráneo. También noté que mi cabeza era considerablemente más grande que el resto de mi cuerpo, y que en general mi tamaño estaba muy reducido. Era diminuta, al parecer.

-Ralts, ralts… ¿¡Ralts!?

Me tapé la boca, horrorizada, pero antes de que pudiera siquiera pensar qué estaba pasando, la bolita salió de mi cuerpo y yo recuperé mi forma original unos instantes después.

-Dios… ¿Qué demonios está pasando? No me digas que me he convertido en lo que creo que me he convertido… Ay…

Aprovechando que vuelvo a ver bien, miro a mi alrededor. Me encontraba en un hermoso valle de hierba verde y suave brisa. Estaba sentada a los pies de un árbol con pequeñas frutas en sus ramas. El árbol estaba en lo alto de una pequeña colina y a lo lejos podía divisar una casita, que a juzgar por el letrero que colgaba de la fachada era una tienda; y un lago atravesado por un puente. Tras unos minutos de reflexión, decidí que lo más sensato sería acercarme a la casita a ver si conseguía encontrar respuesta para muchas de las preguntas que me saturaban la mente.

Con dificultad me levanté del suelo, con mis músculos quejándose por el dolor recibido unos momentos antes. Me fijé en que unos cuantos frutos estaban caídos, y los recogí. La frutita era de color rosada, con pétalos verdes en la base. Parecía más bien un melocotón en miniatura o… Una baya meloc.

Caminé por el valle hasta llegar a la casita, cuyo cartel rezaba “Floristería”. Al entrar, una campanita acompañó a la puerta abriéndose. La tienda olía muy bien, estaba llena de macetas y parterres con flores de múltiples colores y tipos, además de estanterías llenas de semillas y otros productos especiales para plantas. Sin embargo, la tienda se encontraba vacía, a excepción de una muchacha tras el mostrador. Tenía una corta melenita negra y de punta, y parecía estar enfrascada en un libro, pues no alzó la cabeza hasta que me coloqué frente a ella en el mostrador.

-Ehm… ¿Hola?

La muchacha me miró, primero confusa, después avergonzada, cerrando el libro.

- ¡Ah, lo siento! Ni me había dado cuenta de que habías entrado –la chica sonrió con calidez. Me fijé en que llevaba un bonito delantal de color verde, igual que sus ojos-. ¿En qué puedo servirte?

-Pues verás, yo… -me sonrojé, porque no sabía bien qué decirle. “Hola, he aparecido aquí al lado porque sí y creo que me transformado en un ralts, ¿puedes ayudarme?”-. Pues lo cierto es que estoy un poco perdida… ¿Dónde estoy?

-Una pregunta, si no te molesta… ¿de dónde vienes? –la chica me miraba preocupada.

-Pues estaba en mi casa tranquilamente cuando una bolita luminosa ha aparecido. Me ha atravesado y empecé a sentir mucho dolor, entonces me desmallé y al despertar estaba en este valle… -la miré, juzgando su reacción-. No es broma, te lo juro…

La chica me coge las temblorosas manos y me sonríe, tranquilizándome.

-Te creo. Ven, arriba está mi abuela, ella te puede ayudar –quitándose el delantal, sale del mostrador y procede a cerrar la tienda-. Me llamo Kanaya, ¿y tú?

-M-me llamo Pandora, pero me llaman Pandi. Gracias por ayudarme, Kanaya.

-No te preocupes, aquí estás a salvo. Mi abuela se pondrá muy contenta cuando sepa que has llegado.

Confusa, pero algo más tranquila, sigo a Kanaya al piso superior, donde me cuenta que vive con su abuela. Ella y una amiga suya regentan la floristería, y su amiga se encarga de llevar los pedidos de flores a otras ciudades.

- ¡Abuela! ¡Traigo muy buenas noticias! ¡Creo que he encontrado a una domadora!

Sentada en un sillón viendo la tele se encontraba una señora de aspecto amable. Todavía tenía mechones de pelo negro en la cabeza y se la veía activa y sana.

-Espero que no me estés tomando el pelo otra vez, Kanaya. Dile a tu amiga que se acerque.
Obedezco y me planto frente a la señora, cuidando de no taparle la televisión. Estaban echando un programa sobre habilidades especiales… en pokémon. Ella me coge de las manos y me mira a los ojos, observándome con detenimiento.

-Cuéntame cómo has llegado aquí, con todo lujo de detalles, querida.

Mientras le cuento toda la historia de cómo había llegado aquí, mi transformación, mi des-transformación y la llegada a aquel lugar. La anciana escuchó con atención, bebiendo una taza de té que Kanaya le había traído y después se quedó en silencio un buen rato. Kanaya y yo nos miramos, tensas, sin saber si la señora se había dormido o simplemente estaba pensando.

-Kanaya, querida, tráeme el libro que tengo bajo mi cama, por favor. Allí está todo lo que queremos saber sobre nuestra invitada.

La muchacha obedeció y volvió un rato después con un ajado libro en las manos que tenía páginas sueltas sobresaliendo. Se lo tendió a su abuela, que lo abrió rápidamente y hojeó las páginas hasta encontrar una en concreto.

-Tú, Pandora, eres lo que aquí se conoce como Domadora. Has aparecido porque algo importante está a punto de ocurrir en nuestro mundo. Esa esfera que te convirtió en ralts es ahora parte de ti y puedes transformarte cuando quieras, en un período de tiempo que se hará mayor a medida que te transformes –me tiende el libro, que voy leyendo a medida que me explica-. Siempre he creído en los domadores y sabía que algún día volverían y fíjate, estás tú aquí. Esa esferita tuya es un alma y se llama Ideya. Deberías volver a transformarte.

-Pero dolió muchísimo antes, no quiero… -pasando mis ojos por el libro llego a un párrafo en el que especifica que el dolor sólo se pasa la primera vez-. Oh, vale, entonces no tengo excusa.

Respirando hondo, el alma vuelve a meterse dentro de mí y mi cuerpo encoge hasta transformarse de nuevo en un ralts.

-Ralts, ralts, ralts, ra… -dejo de “hablar” al instante, al darme cuenta de que no tengo voz humana. Pero por lo que sé de los ralts… Posando mis patitas en mi cabeza, me concentro en el poder psíquico que se supone que tengo ahora, sintiéndolo en mis antenas, sacándolo hacia fuera.

“Creo que de esta manera podéis oírme. Por lo que sé, los ralts son de los pocos pokémon que pueden hablar a través de telepatía… ¿no?”

La abuela sonríe, satisfecha.

-Muy bien. Creo que lo mejor es que te quedes esta noche con nosotras. Mañana será un día ajetreado. ¿Te apetece una taza de té, querida?

Entro en la escuela a paso lento. No está totalmente a oscuras, hay candelabros, con débiles llamas, en las paredes que hacen posible que pueda ver el interior. Miro por todas partes por si encuentro a alguien. En ningún momento se me ocurre gritar para llamar la atención. Las puertas, aparentemente cerradas, se abren con sólo empujarlas un poco. Todo está sumido en el silencio. En ese momento me arrepiento de no haber acompañado a Kiba y a Mimi al hospital.

Como si a el lugar no le pareciera ya ser lo suficientemente inquietante para mí, empiezo a oír susurros a mi alrededor. También creo ver sombras recorrer los rincones.

-Voz: ¿Qué haces aquí?, ¿cuál es tu cometido?

Pego un sobresalto del susto. De pronto, aparece ante mí una sombra que se eleva en el aire. Muestra una cara roja de demonio, con sus cuernos y dientes puntiagudos.

-Voz: ¡Responde!

Caigo y me quedo sentado en el sitio, aterrado. En un primer momento no sé qué hacer. Luego termino pensando que a lo mejor puedo salir de aquello si le doy lo que quiere.

-Yo: He-he venido a ver a... Shelf, el maestro Shelf.

-Voz: ¿Qué puede querer un humano mediocre como tú del maestro de las artes místicas de lo oculto?

-Yo: Me... me dijeron que él sabía algo sobre lo... lo que me pasa... cambio de forma y he venido de otro mundo.

-Voz: ¡¿QUE TÚ QUÉ?!

Acerca su cara a la mía en un parpadeo, dándome otro susto.

-Voz 2: ¡Suficiente, Gian!

En el momento de oír esa voz retumbando por todo el lugar, la oscuridad se desvanece, haciéndolo también el demonio-sombra. En su lugar, aparece otra de esas tortugas antropomórficas, de las que sé, gracias a Mimi, que se llaman anthugas. Éste destaca por llevar una máscara roja de demonio, similar al rostro del otro ser, y una capa morada.

-Gian: Parece que has logrado captar la atención del maestro. Acompáñame.

Me da la espalda y empieza a andar hacia delante. Me levanto y le sigo. A la vez que lo hago, miro por los lugares que antes estaban oscuros. Ahora, en las paredes laterales hay puertas con una pequeña ventana que dan a distintas aulas en las que se ven a jóvenes anthugas dando clases, tal y como sería en un colegio.

Sigo al anthuga por unas escaleras ascendentes. Llegamos al último piso, donde nos dirigimos a un par de grandes puertas. El llamado Gian las abre y pasa. Yo entro y me encuentro que estoy en una especie de despacho. El aparente guardián cierra las puertas en cuanto me ve cruzarlas. Allí, me encuentro a una rata antropomórfica de apariencia anciana, de pelaje totalmente blanco, unos ojos completamente rojos que me miran fijamente y vestido con ropa tradicional japonesa similar al kimono o al yukata de color marrón. Está sentado en un sillón y detrás de un escritorio.

-Rata: Buenos días, joven. Mi nombre es Shelf. Soy el maestro de las artes místicas de lo oculto y el director de la Escuela Ninja Elemental de Ailgino. Ya supongo que no has venido a mí por nuestras enseñanzas, no en este momento, al menos. ¿Qué te parece si oímos la historia completa, empezando por tu nombre?

-Yo: Eh... muy bien.

Le cuento casi todo lo que me ha pasado desde ese instante que aún seguía en mi cuarto hasta antes de entrar a la escuela.

-Gian: Un Domador de Almas.

-Shelf: Cierto, es la primera vez que ves a uno.

-Gian: Sólo he oído historias.

-Shelf: Entonces es posible que te pruebe que algunas de esas anécdotas, al menos, son ciertas.

Dirige su mirada hacia mí.

-Shelf: Dime, ¿serías tan amable de transformarte ahora para nosotros?

Me da un escalofrío al recordar el dolor que tuve que soportar la primera vez.

-Yo: No estoy seguro, la última vez me dolió mucho y no creo que quiera pasar por lo mismo.

El anthuga se altera y levanta la voz.

-Gian: ¡¿Te atreves a negarle un favor tan simple al maestro Shelf?!

-Shelf: ¡Gian! No es necesario que saltes a la mínima por mí. Ahora, Kagi, debes saber que para la segunda vez que te conviertes en una forma que ya usaste con anterioridad, el dolor es imperceptible. ¿Sabiendo esto, te animarías a hacerlo?

Por alguna extraña razón, siento que soy capaz de confiar en las palabras del maestro rata.

-Yo: Bien... ¿cómo lo hago?

-Shelf: Concéntrate en hacer aparecer ante ti la esfera, o lo que llamamos aquí como Ideya.

Así lo hago. Me cuesta mucho menos de lo que esperaba. Recuerdo cómo me transformé la primera vez y toco la esfera. Esta vez me transforma en anthuga sin dolor alguno. Tras quedarme asombrado nuevamente por mi nueva forma, miro la ropa que llevaba puesta ahora en el suelo.

-Yo: Vaya...

-Shelf: Tranquilo, los anthugas no tienen ningún problema o complejo a la hora de estar desnudos en público. Ni para ellos mismos ni para el resto de las especies. O al menos la mayoría.

-Yo: Oh, bien... tampoco es que se sienta mal... ¿Y ahora cómo...?

-Shelf: Deberías volver a tu forma original en aproximadamente 15 minutos. El tiempo que permaneces transformado en otra especie será algo que irás controlando a medida que ganes experiencia. Debes saber que puedes conseguir nuevos Ideyas, y con ello nuevas formas, en distintos templos que están repartidos por todo el mundo.

-Yo: Entiendo.

-Shelf: Otra cosa que debes saber, todos los seres vivientes de este mundo son afines a un elemento o a otro, pero los Domadores son afines a dos. Por lo que he entendido de tu historia, no sabes aún a qué elementos eres afín, ¿me equivoco?

-Yo: No... ¿y cómo sé eso?

-Shelf: Eso déjaselo a Gian, que debe estar ansioso por ayudarte en algo.

-Gian: ¿Ah, sí?

-Shelf: Vamos, pensaba que tal vez con esto podría cambiar la mala impresión que le has causado. Aunque con esa actitud, lo dudo.

Gian se limita a responder con un bufido. Se acerca a una estantería, de la que coge un pequeño papel. Me lo pone en la mano tras pedirme que la alzara y recita un par de frases en una lengua que no conozco. El papel se eleva en el aire a unos centímetros de la palma. Parece mojarse, sin una explicación aparente. Al segundo después, se ve rodeado de unos visibles rayitos.

-Gian: Agua y electricidad.

El papel parece perder su poder y cae al suelo aún empapado. Gian lo recoge y lo machaca entre sus dedos.

-Shelf: Interesante. Creo que lo último que te puedo decir es que los Domadores son traídos a Leudor por un motivo. Ocurrirá un acontecimiento en el que se os requerirá. Aunque si me permites opinar al respecto, creo que también tenéis el deber de solucionar conflictos menores gracias a vuestro cambio de forma, con la que podríais entender los problemas de otras especies y ayudarlas. Aunque también creo que podéis provocar grandes desastres con ese poder. Dime, Kagi, ¿qué harás tú?

...momento en el que cambio a humano.Me visto y reúno con los demás.

-Yo:Listo.

-Solei:¿Y la nueva forma?

Cambio un instante.

-Topapa:Un zorro-gato.

Observo el lugar.Unos sacerdotes están encendiendo unas velas para vaya usted a saber que deidad o deidades.En esto,una de esas tortugas tan abundantes en la ciudad entra y se acerca a nosotros.

-Iulius:Anda,Xen.¿Qué haces aquí?

-Xen:Me envía el doctor Tdess.Dice que tenéis que acudir de inmediato a su despacho.

Cuando voy a acercarme a ellos,Xen me para.

-Xen:Lo siento,pero solo los ha llamado a ellos.

-Solei:¡Pero él es-

-Xen:Un Domador de Almas.Tdess me lo ha contado todo.Y precisamente ha sido él quien me ha dicho que es hora de que empieces tu viaje.

Me hace entrega de un libro.No,no es el Códex.Es un libro lleno de mapas de diferentes lugares.Tiene indicaciones por doquier,advirtiendo de zonas peligrosas o zonas en las que podría obtener nuevas formas.

-Yo:Ah...gracias.

-Iulius:Ten cuidado,Max.

-Yo:Estoy en un mundo desconocido y en una situación incierta.Por supuesto que tendré cuidado.

Tras intercambiar unas cuantas palabras más,se van.Espero unos minutos hasta que puedo estar el tiempo que quiera en cualquiera de mis tres formas.Cambio a moguri y salgo,buscando una tienda donde poder comprar algo de ropa.El tendero del lugar en cuestión resulta ser mapache antropomórfico de no más de 1 metro 20 de altura.

-Mapache:Bienvenido.¿Qué desea?

-Yo:A Mogu le gustaría comprar algo de ropa,kupó.

Me mira de arriba abajo.

-Mapache:Por supuesto.Por aquí,por favor.

Le acompaño a una de las paredes de la tienda,donde hay una puerta metálica con un teclado en ella.Tras teclear,se produce un sonido.Abre la puerta,mostrando una sección de ropa.

-Yo:Oooh...

Noto como el dependiente me mira.

-Dependiente:Perdón por la curiosidad,pero...¿Domador?

-Yo:Ah.Uh...Mogu es...bueno...kupó.

-Dependiente:Tranquilo.No eres el primero que veo.Hace poco pasaron tres.Dos hermanos y un chaval.

-Yo:¿Hace poco,kupó?¿Cuánto,kupó?

-Dependiente:Hará cosa de...3 días o así.

Entro en la habitación y le sigo a la sección de moguris.Tras probar,me decido por un algo con lo que me siento bastante cómodo.Hago lo propio para la forma de zorro-gato.Estoy ahora en esa forma.

-Dependiente:¿Algo más?

-Yo:Algo para defenderme en mis tres formas.

Cambia la sala,mostrando ahora una armería.Cambio de forma a humano.

-Dependiente:¿Quizás un arma para esta forma?

-Yo:Quizás.Un arma de asta,preferiblemente.

Me muestra el catálogo.Me decido por un bô de simple diseño,pero práctico y manejable.Para moguri escojo un báculo y libro de hechizos de Magia Negra básica(Piro,Hielo y Electro).Como zorro-gato,me quedo con una katana capaz de lanzar ráfagas de aire.

-Yo:Espero no tener que usarlas mucho.

-Tak[nombre del dependiente]:Bueno,en Leudor nunca se sabe.La ciudad de los mapaches chittle,mi especie,no hay problemas.En Ailgino pasan cosas como las de esta mañana.Y en otro sitios,bueno...Es mejor tener a alguien que te cubra las espaldas.

-Yo:¿Lo de esta mañana?

Procede a contarme el ataque.

-Tak:¿Sabes algo?

-Yo:Claro que no.Pero quizás hayan más Domadores implicados...

-Tak:Es peligroso investigar esos temas.

-Yo:Me lo imagino.Pero no voy a investigar.Solo a mirar con morboso placer,como cualquier peatón.Quizás me encuentre con alguien que conozca.

El mapache no dice nada.Pago,quedándome solo con unos míseros 10 tolurias y,tras convertirme en humano,salgo en busca de encuentros.

- Nombre: Flash
- Edad: 19
- Transformación inicial: Argoniano
- Elementos: ??? - ???

Cuando despierto, me doy cuenta de que está empezando a anochecer. Lo mejor será volver a Baymire cuanto antes. Ya de nuevo en mi forma humana, bajo del árbol con cuidado, que sin embargo parecía mucho más grande cuando estaba transformado. Todavía no sé dónde voy a dormir, y tampoco tengo dinero.

El camino de vuelta se me hace más corto. La temperatura ha bajado bastante, y no cuesta distinguir las luces del pueblo a lo lejos. Al llegar me dirijo directamente al salón. Aún hay bastante gente, pero menos que cuando fui durante el día. El robot de antes se percata de mi presencia y viene rápidamente hasta mí.

- Robot: ¿Cómo ha ido? ¿Encontró algo?

- Yo: Sí, tengo un nuevo Ideya.

- Robot: ¡Bien, bien! ¿Puedo verlo?

- Yo: Está bien.

Nos dirigimos al despacho de antes. Saco mi Ideya, y aplico la transformación. A los pocos segundos me encuentro de nuevo en la forma de Treecko.

- Robot: ¡Treecko! ¡Alucinante!

- Yo: Treecko-cko treecko tree. (Le tenía que preguntar una cosa)

- Robot: Bueno, no entiendo lo que dice, eh….

Vuelvo a convertirme en humano.

- Yo: Le tenía que preguntar una cosa.

- Robot: ¿Sí?

- Yo: Bueno, es que no tengo donde dormir.

- Robot: ¡Eso no es un problema! Le puedo dar la llave de una de las habitaciones de arriba. No puedo garantizarle que pueda quedarse mucho tiempo, pero por ahora puedo ofrecerle eso.

- Yo: Ah, bien, gracias.

De su cuerpo sale una especie de bandeja. En ella, hay una llave reluciente. Me la da. De la llave cuelga una etiqueta con el número 3.

- Robot: Ahí tiene. ¡Buenas noches!

- Yo: Buenas noches.

Subo las escaleras hasta donde están las habitaciones. Pienso que no voy a poder dormir con el ruido proveniente del salón, pero al entrar en mi habitación y cerrar la puerta, me doy cuenta de que está insonorizada. Eso es bueno. No hay mucho en la habitación: Una cama, una mesilla de noche con una lámpara, un baúl a los pies de la cama, un ropero, un pequeño televisor, una ventana y un pequeño cuarto de baño con una diminuta ducha. Hay un toallero metálico con unas limpias toallas blancas colgadas. Tienen tejidas en color rojo las palabras “Salón de Baymire”.

Tras una refrescante ducha, me entra curiosidad por ver lo que ponen en la tele. Tal y como me dijo el robot, están televisando en casi todas las cadenas las rondas clasificatorias del Torneo de Liandri. Me quedo viéndolo un rato, pero acaba resultándome bastante desagradable, así que apago la tele y trato de dormir.

Pero no logro conciliar el sueño. Me vienen a la cabeza toda clase de pensamientos. El primero de todos es que quiero volver a casa, eso está más que claro. Por otro lado, quiero acostumbrarme a las otras dos formas que he conseguido por ahora. Estoy bastante seguro de que ya han pasado los tiempos de espera, así que saco mi Ideya y me transformo en pegaso. De nuevo tengo cuatro patas, y grandes alas blancas. Las estiro por completo, agitándolas suavemente, con cuidado de no darme otra vez con el techo. Camino lentamente por la habitación. No hay mucho espacio, pero es suficiente para practicar y no caerme más de boca.

Seguidamente cambio de forma, convirtiéndome de nuevo en Treecko. Me siento más cómodo en esta forma, principalmente porque por alguna razón me despeja la mente y es en general muy agradable. De nuevo siento un cosquilleo en la cola, que no consigo entender de qué se trata. Me pongo a trepar por las paredes, primero a cuatro patas, y poco después puedo hacerlo a dos patas. Empiezo a dar vueltas, por las cuatro paredes e incluso por el techo. Cuando ya estoy satisfecho, me vuelvo a meter en la cama, aún en forma de Treecko, y esta vez me duermo rápidamente.

---------------------------------------

Al llegar la mañana, cae una suave lluvia. No me esperaba algo así en una ciudad del Oeste, pero no estamos en una zona exactamente desértica así que tampoco me sorprende demasiado. Bajo la escaleras hasta el salón. Es bastante temprano y no hay mucha gente. El robot me saluda.

- Robot: ¡Buenos días! ¿Qué tal ha dormido?

- Yo: Bien, bien.

- Robot: ¡Si es que esas habitaciones son de lo mejorcito! No se escucha ni una mosca, y están muy bien acondicionadas.

- Yo: Sí, se duerme bien.

- Robot: ¿Le echó un vistazo a las rondas clasificatorias de anoche? ¿No fue genial?

- Yo: Empecé a verlo pero lo quité. Me resultó bastante desagradable.

- Robot: Bueno, eso lo comprendo… No le agrada a todo el mundo.

Miro a través de la ventana.

- Yo: ¿Suele llover mucho aquí?

- Robot: De vez en cuando. ¿No predijo la lluvia con su forma de Treecko?

- Yo: ¿...Qué?

- Robot: Un Treecko puede predecir si lloverá al día siguiente, utilizando su cola. ¿No sintió nada en ella?

- Yo: Sí, tenía un cosquilleo.

- Robot: Pues ahí lo tiene.

Mira a su alrededor y baja el tono de voz.

- Robot: Mire, mi jefe me destrozaría a martillazos si me pillase pero, hoy invita la casa a un desayuno. No parece tener dinero encima, así que es lo menos que puedo hacer.

Me viene de perlas, porque tengo bastante hambre.

- Yo: Gracias. Muchas gracias.

Tras el desayuno, me decido a dar una vuelta por el pueblo, a ver si encuentro algo interesante.

-Yo: Yo... no lo sé. Yo lo que quería es volver a casa. Aunque puedo decir que me atrae mucho este mundo. O al menos lo que llevo visto.

-Shelf: Es bueno saber que no estás totalmente desesperado por regresar. Si la memoria no me falla, deberías de poder encontrar alguna forma de volver a tu mundo si vas visitando las distintas localizaciones en las que hay Ideyas.

-Yo: Algo es algo.

-Shelf: Puede sonar sencillo, pero te puedo asegurar que estás apunto de embarcarte en un viaje que estará lleno de experiencias; momentos felices, momentos tristes, victorias, derrotas, placer, dolor...

-Yo: Buff, suena tedioso.

-Shelf: Recuerda que un camino de mil kilómetros comienza con el primer paso.

-Yo: ¡¿Mil kilómetros?!, ¡es una locura!

-Shelf: Tranquilo, es sólo un refrán. Puede que andes más.

Me dejo caer arrodillado y abatido de manera dramática. Los otros dos presentes me miran aparentemente sorprendidos.

-Gian: Con lo tímido y tenso que se veía...

-Shelf: Cierto, uno de los efectos que pueden conllevar tomar otra forma es el de cambiar la personalidad.

El maestro ninja se queda pensando por unos segundos. Me da tiempo a poner fin a mi actuación y levantarme.

-Shelf: Otra cosa que se rumorea sobre los Domadores es su capacidad de aprendizaje y fortalecimiento. Me encantaría tenerte aquí, en la Escuela, para comprobar hasta dónde llegarías... pero sé que no debo hacer eso. No es aconsejable que un Domador se quede en un mismo lugar durante mucho tiempo, frenaría su crecimiento. Lo que si puedo hacer es entregarte equipo y materiales para tu enseñanza.

-Gian: Con el debido respeto, maestro, no me parece correcto ir repartiendo recursos a gente que apenas conocemos.

-Shelf: Por esta vez está bien, no todos los días vienen a vernos Domadores, y menos aún uno novato. Por favor, ve y tráenos una mochila que contenga pergaminos ocultos, libros primarios y las armas básicas.

-Gian: Así se hará.

Se va por la misma puerta por la que había pasado antes. Shelf se me queda mirando un rato, hasta que una expresión de sorpresa se le forma en el rostro.

-Shelf: ¡Vaya, qué descortesía por mi parte! Quería imponerte mis enseñanzas sin siquiera oír tu opinión al respecto. Te pido disculpas.

-Yo: Ah, no pasa nada.

-Shelf: Conviene que sepas defenderte para viajar, pero no tienes por qué escoger esta disciplina, las hay que pueden ser más apropiadas para ti.

-Yo: Bueno... supongo que puedo echar un vistazo, ¿no?

-Shelf: Con eso ya me honrarías.

Al rato regresa el anthuga enmascarado, con una mochila negra en mano.

-Shelf: Muy bien, te enseñaré lo que quiero que te lleves.

Gian coloca la mochila en el escritorio. Shelf empieza a sacar cosas de ella, demostrándome la cantidad que se puede meter a pesar de su limitado tamaño. Termina poco después de que mi tiempo como anthuga terminara y regresara a mi forma humana.

Más tarde, el maestro de lo oculto me invita a almorzar en la cafetería, junto con un montón de jóvenes alumnos de la escuela que se acercan a mi mesa por la curiosidad. La rata antropomorfa no mantiene por mucho tiempo el secreto de que soy un Domador de Almas. Es entonces cuando empieza a contar anécdotas sobre los que eran como yo. Los que son prácticamente niños no son capaces de aguantar la emoción y el entusiasmo. Los adolescentes escuchan con atención interesados, aunque los hay que se hacen los duros, comentando por lo bajo que no es para tanto. Sería más tarde cuando hasta me hicieran transformarme nuevamente en anthuga.

Al fin, ya de vuelta como humano, estoy en el vestíbulo del centro con la mochila encima. Todos los alumnos ya están de vuelta a sus clases, así que estoy solo con el maestro Shelf.

-Shelf: Ha sido todo un placer tenerte aquí, Kagi, y un gran honor que hayas aceptado mi ayuda.

-Yo: Ah... de nada. Aunque no he hecho nada.

-Shelf: Ya lo harás. Espero de todo corazón que te vaya bien en tu viaje.

-Yo: Gracias.

-Shelf: ¡Gian!

El mencionado cae del techo de pie. Me llevo un buen susto que manifiesto con un notorio sobresalto, ya que había aterrizado a mi lado.

-Shelf: Acompaña a Kagi al hospital, tengo entendido que sus amigos les esperan allí.

-Gian: Así se hará, maestro.

El anciano empieza a andar escaleras arriba lentamente mientras que yo me dirijo a la puerta con el escolta. Una vez fuera de la escuela, Gian me detiene repentinamente.

-Gian: Escucha atentamente lo que te voy a decir, porque sólo lo diré una vez.

Yo ya estaba cagado, pensando que me iba a mandar a la mierda por no parecerle digno por su código guerrero o lo que fuera o por caerle simpático al maestro Shelf.

-Gian: Vete de la ciudad ahora mismo. No esperes a nadie. Vete más lejos si puedes, porque ya saben de ti, ya saben lo que eres, e irán a por ti para venderte como esclavo, hacerte pelear en luchas clandestinas o quién sabe qué más.

-Yo: ¡¿Quienes?!

-Shelf: Un grupo criminal de esta ciudad, eso es lo único que debe importarte. No vuelvas a interrumpirme. Yo no puedo acompañarte a partir de aquí. No me preguntes por qué sé esto o por qué hago lo que estoy haciendo, sólo corre.

Tira al suelo la clásica bomba de humo y desaparece de mi vista. Yo sigo unos minutos en el mimo lugar, mirando a todos lados sin saber qué hacer. Llego a la conclusión que lo mejor es volver a dentro de la escuela y pedir ayuda a Shelf. Pero cuando poso la vista a donde estaba la escuela, ya no la veo. El recinto está completamente vacío. No sé lo que está pasando y lo último que me habían dicho era que huyera para no ser atrapado por gente que no me haría nada bueno.

Comienzo a correr en la dirección que recuerdo por donde había venido montado en el coche patrulla.

-Yo:Nada.

En la zona del accidente no hay nada que pueda darme pistas de otros Domadores.Que chasco.Un policía acompañado de un Growlithe se me acerca.

-Policía:¡Eh,chico!¡Quítate de ahí!

-Yo:¡Perdón!

Me alejo de la zona,no sin antes echar un último vistazo al Growlithe.Sonrío y sigo callejeando.

-???:...corre.

Me giro en dirección a la voz.Una granada de humo tapa mi campo de visión.Por precaución,me escondo.Me transformo en moguri,mejorando así mi sentido de la audición.Solo escucho pasos corriendo.Al asomarme,veo como un chaval corre.Me transformo en humano de nuevo y me pongo las gafas.

-Yo:Hm...

Salgo corriendo en su dirección.

-Yo:¡Eh!¡Espera!

Sin girarse,acelera más el paso.Me transformo en zorro-gato mientras cambio mi ropa como buenamente puedo.

-Yo:¡Te he dicho que esperes,copón!¡No pases de mi,chaval!

Cuando lo alcanzo,salto sobre él,derribándole.Me levanto y sacudo el polvo.

-Yo:Joder,Franky.Déjate de tanto correr.

-Franky:¿Nos conocemos?

Cambio de nuevo a forma humana.

-Franky:¿Max?¿Qué haces aquí?

-Yo:Lo mismo que tu.

Le ayudo a levantarse.

-Yo:¿De qué huyes?

-Franky:¡Cierto!Luego te lo explico,pero tenemos que irnos ya.

-Yo:...Vale,vamos.

Salimos por patas de la ciudad,yendo al Norte.Cuando nos alejamos lo suficiente,paramos.Cuando recuperamos el aliento,no sabemos que decir.Es una situación algo-bastante-muy extraña.

-Yo:Bueeeeeeeno...¿Cuando apareciste en Leudor?

-Franky:Poco todavía.

-Yo:¿Qué sabes de este mundo?

Empezamos a intercambiar la información que cada uno tiene.

-Franky:¿Dónde tenías pensado ir ahora?

-Yo:A Nassana.Quizás allí podamos conseguir más Ideyas o encontrar información.Quizás hasta encontremos más Domadores.

-Franky:...

-Yo:¿Qué te pasa?

-Franky:Esto es cosa tuya y tu complejo haruhista,seguro.

-Yo:Anda ya.Si fuera así,Ángel también tendría que aparecer tarde o temprano.Así que déjate de tonterías y vayamos con cuidado,no vaya a ser que nos den de hostias antes de llegar a una posada donde guardar la partida.