Identidad Velada

Pues ese es el plot.No voy a desvelar más.Ya iréis viendo.

Para los despistadetes.Los disfraces de series.

Pongo la ficha:

-->Nombre:

-->Apellidos:

-->Edad:

-->Ocupación:

-->Aspecto:Si el pj es como vosotros,nada.

-->Familia:

El disfraz no lo pongo,para que sea una sorpresa para el resto.Mi ficha:

-->Nombre:Maximillian[Pronunciado "Maeximirus(u)"]

-->Apellidos:Prower[Pronunciado "Pauaa"]

-->Edad:20

-->Ocupación:Estudiante de Biología.

-->Aspecto:/

-->Familia:

-->Amadeus Prower[Amadess Pauaa].47 años.

-->Rosemary Prower[Rosumerii Pauaa].45 años.

-->Miles Prower[Méirus(u) Pauaa].17 años.

Pues nada.A empezar.

P.D.:Que algo exista en la Tierra(Bleach,por ejemplo),no implica que exista aquí

- Nombre: Pandora "Pandi"

- Apellidos: Lawliet

- Edad: 20

- Ocupación: bibliotecaria en proceso

- Aspecto: Delgada, pálida

- Familia: Maryam Lawliet (Madre), Allan Lawliet (Padre)

-->Nombre: Kagi (Sus amigos le llaman Franky)

-->Apellidos: Futatsu

-->Edad: 20

-->Ocupación: Estudiante de Ingeniería Informática

-->Familia:

-Padre: Toru Futatsu. 52 años.
-Madre: Rie Futatsu. 47 años.
-Hermana pequeña: Eva Futatsu. 10 años.

-->Nombre: Nuntius

-->Apellidos: Anghelescu

-->Edad: 19

-->Ocupación: Estudiante

-->Familia:

- Emmanuel Anghelescu (Padre)
- Elizaveta Anghelescu (Madre)
- Oliver Anghelescu (Hermano)

-->Nombre:Narf

-->Apellidos:D´lien

-->Edad: 17

-->Ocupación: Estudiante

-->Familia:es Huérfano pero Adoptado Por una familia
-Mascota:perro(Llamado Sparky)
- Jack Rogers(Padre)
- Emily Rogers(Madre)
- Zack Rogers(Hermano)

-->Nombre: Flash Sentinel

-->Apellidos: Vedette

-->Edad: 19

-->Ocupación: Estudiante de geología

-->Aspecto:

-->Familia:

- Padre: Heather Vedette, 49 años.
- Madre: Laurènt Vedette, 48 años.
- Hermano mayor: Bast Vedette, 25 años.
- Hermana pequeña: Karen Vedette, 6 años.

[Empezamos.Que se vayan incorporando los que faltan cuando puedan]

31/10/2014.08:30

Abro los ojos.Es una plácida mañana de Halloween.Y hace un frío que pela.Tengo la tentación de quedarme acostado,pero no puedo permitirme quedarme en mi cálida cama.Ayer me comprometí a llevar al hijo de mi vecina a comprar un disfraz para hoy.

-Yo:Si es que no se como la gente puede dejar esto para última hora...

Salgo de la cama.Sobre la silla de mi escritorio hay un disfraz de hombre lobo.No está mal.Aunque sea yo el que lo diga,claro.

-Yo:Vamos a ver con que se presenta esta gente...

Tras vestirme,bajo a desayunar.Parece que estoy solo en casa.Desayuno y voy a casa de mi vecina.

-Bárbara(vecina):¡Ah,Max!¡Pasa,pasa!

Entro en la casa.Como todas por estas fechas,está hasta las cejas de la peculiar decoración de la festividad pertinente.

-Yo:¿Qué le pasó al disfraz de Ben para que tenga que ir ahora a por uno?

-Bárbara:Zan.

Ah,si.Ese pequeño diablillo en forma de chihuahua que nada más que destroza lo que pilla y molesta a Noah,mi beagle.

-Yo:¿Se lo ha cargado o qué?

Abre un armario y me muestra los jirones de lo que antes era un disfraz de vampiro.

-Bárbara:No creo que pueda arreglarlo,pero al menos puedo intentarlo...

Mira hacia las escaleras que suben a los dormitorios.

-Bárbara:¡Ben,date vida o te quedas este año sin disfraz!

-Voz de niño:¡Ya voy,mami!

Bárbara suspira.

-Bárbara:Este niño...Seguro que está liado con sus juguetes o algo así ya.

-Yo:Bueno,está en la edad.Solo tiene 6 años.

-Bárbara:Lo se.Pero me desespera.Si su padre siguiera aquí...

Baja la mirada.No hace falta que diga nada.A los pocos segundos,un niño baja corriendo por las escaleras.

-Ben:¡Ya estoy listo,mami!

-Bárbara:Dile hola a Max,¿no?

Se gira.

-Ben:¡Hola!¿Nos vamos ya?

Sonrío.

-Bárbara:¡Ben!

Suspira nuevamente.

-Yo:Me lo llevo ya.

-Bárbara:Ah,sí.Toma el dinero.

Me pasa algo de dinero.La verdad es que ser viuda no ayuda a la hora de criar a un hijo.No monetariamente al menos.

-Bárbara:He escuchado que han abierto una tienda bastante grande de disfraces cerca del ayuntamiento hace pocos días.Quizás haya algo ahí que puedas comprarle a este trasto.

-Yo:Nos pasaremos.

Miro al pequeño.

-Yo:¿Nos vamos?

Salimos los tres.Con una breve despedida,la madre del crío va corriendo al coche.Pocos son los días que libra.Tras ver como se va,cojo al niño de la mano y empezamos a andar.

-Yo:¿De qué te gustaría que fuera el disfraz?

-Ben:De,de,de...¡Monstruo!¡Con los dientes muy grandes!

-Yo:De monstruo,¿eh?

El niño sigue parloteando hasta que llegamos a la tienda.Tienda que es considerablemente grande.Seguro que hay algo para el niño.

-Yo:<<Pero el precio...>>[<<>> lo uso para pensamientos]

Entramos.La mitad de la tienda está vacía.Normal.Entre la novedad y la fecha que es,la mitad de la gente ya ha hecho sus compras.

-Yo:Anda,vamos a echar un vistazo.

Empezamos a bichear la tienda.La verdad es que la relación calidad-precio tira más a la calidad que al precio.

-Yo:<<Precios de apertura,supongo...Esto luego tiene que costar un cojón...>>

-Ben:¡Este!

Me acerco al niño.Está sujetando un disfraz...que parece para niñas.

-Yo:¿Este,Ben?¿No querías un monstruo?Esto parece...Una chiquilla-pájaro.

-Ben:¡Quiero este!

Cojo el disfraz y miro el precio.Entra dentro de lo que su madre se puede permitir,pero me extraña mucho esa elección.Miro al niño.En sus ojos hay un extraño brillo de fascinación.Le hago una foto al disfraz y se la mando a la madre.Al poco,recibo una llamada suya.

-Bárbara:/</¿Cómo va a querer eso mi niño?\>\[esos signos los uso para conversaciones telefónicas.

-Yo:A mi también me ha extrañado.Mira,te lo paso.

Le doy el teléfono al niño.Tras algunas frases,me devuelve el teléfono.

-Bárbara:/</Pues nada.Cómpraselo\>\

Se despide y cuelga.

-Yo:Tu madre dice que vale.

El niño suelta un "VIVA" que hace que el resto de clientes nos miren.Al mirarlos,tengo oportunidad de fijarme algo más en la tienda.Hay algo en ella que,en cierto modo,me repele.Nos acercamos a la caja,donde hay un hombre de aproximadamente 30 años atendiendo.

-Dependiente:¡Buenos días!¿Qué desea?

Pongo el disfraz en el mostrador.Tras esto,mira al niño.Frunzo el ceño.

-Dependiente:¿Y usted?¿No necesita un disfraz?

-Yo:Quizás para el año que viene.

-Dependiente:Bueno,quizás cambie de idea con nuestra promoción.Por la compra de un disfraz,puede coger una bola de esta caja *señala una caja a su derecha*.Si saca una bola premiada,le regalaremos un disfraz totalmente gratis.


-Yo:...Como le digo,no me hace falta ahora.Pero quizás me valga para el año que viene.

El dependiente me sonríe.Pago el disfraz,tras lo cual me acerca la caja.

-Dependiente:Tiene 10 segundos para escoger la bola.¿Preparado?...¡Ya!

Meto la mano en la caja.Al hacerlo,me recorre un escalofrío.Hay algo que no va bien.No obstante,sigo.Toco una que noto algo diferente.Saco la mano y le doy la bola.

-Dependiente:¡Tenemos ganador!

La gente que hay esperando para pagar detrás de mi aplaude y me da la enhorabuena.Les sonrío.

-Yo:¿Y bien?¿Cuales son los disfraces a elegir?

El dependiente deja de sonreír.

-Dependiente:Creo que me ha malinterpretado.Solo tenemos un modelo.Acérquese para que le tome medida.

Me acerco.Tras medirme,va a la trastienda.Vuelve con un disfraz de algo que no sabría realmente como definir.

-Yo:...¿Qué es eso?

-Dependiente:Lea la nota.

Miro el disfraz.En el pliego de una de las orejas hay una nota.


Le miro y enarco una ceja.Sonríe nerviosamente.Me encojo de hombros.

-Yo:Vámonos,Ben.

-Dependiente:¡Vuelva pronto!

Cojo los disfraces y salimos de la peculiar tienda.

-Yo:<<Hay algo en esa tienda...>>

[Siento el post plasta,pero va a servirme de referencia para un futuro.Prometo que el próximo no tendrá tanto "relleno".]

Esta es mi ficha, me iré acoplando según pueda

-->Nombre: Francisca (todo el mundo le llama Curra)

-->Apellidos:Rodrigañez

-->Edad:70

-->Ocupación:Jubilada, detective en sus ratos libres

-->Aspecto:

Spoiler:

-->Familia: Una Hermana de la que ni ella misma recueda su nombre

Me despierto con una canción que había puesto en el móvil a modo de despertador el día anterior. La cama es cómoda y no me importa seguir escuchando la música, pero sabía que tenía que levantarme porque tenía cosas que hacer. No tardo en desayunar y volver a mi cuarto. Poco después de dejar que cargara mi ordenador tras encenderlo, reviso el correo, como siempre hago. Entre otras cosas, me llama la atención un mensaje que llevaba como título "¡HA GANADO!".

Pensé inmediatamente que se trataba de correo basura, pero por eso mismo me extrañó que mi correo no lo clasificara como un spam cualquiera y, por tanto, lo ignorara. Le doy para leer el mensaje. Pone solamente un "¡Enhorabuena, ha ganado un fantástico premio, le llegará en las próximas horas!". Me parece muy raro. No me pide que introduzca ningún dato mío ni que clickara en algún lado. Leo donde se supone que debería estar el correo de quien me lo había mandado, pero está en blanco.

-Yo: ¿Y ahora qué hago con esto?

Termino pensando que no podía hacer nada respecto a aquello y continúo con mis cosas.

Después de almorzar, me preparo para irme a casa de un amigo para continuar un proyecto de mi facultad. Pero justo cuando estoy a punto de irme, llaman a la puerta. Miro por la mirilla, pero no veo a nadie. Abro la puerta, encontrándome con una caja bastante grande en el suelo y frente a mí.

-Madre: ¡¿Quién es?!

Mi madre estaba en el cuarto de baño del piso de arriba en ese momento.

-Yo: ¡No lo sé, aquí sólo hay una caja!

Poco después veo a mi hermana acercarse. Sus ojos delatan curiosidad.

-Eva: ¿Qué es?

-Yo: Pues no lo sé.

No tardo en darme cuenta que aquel paquete iba dirigido a mi nombre.

-Eva: ¿Es para ti?

-Yo: Eso parece.

Miro mi reloj de pulsera, dándome cuenta que iba muy justo de tiempo.

-Yo: Pero lo tendré que ver luego.

Cojo la caja, la meto dentro de casa y salgo a gran velocidad a la calle mientras me despedía de mi hermana y de mi madre, si ésta lograba oírme.

Durante las siguientes horas no lograba quitarme de la cabeza aquel paquete que había llegado a mi nombre, ni siquiera mientras trabajaba en el proyecto con mi compañero. Me voy de su casa sin pensar si había progresado algo, solo en aquella dichosa caja. Incluso llegué a pensar que me llamaba. No, la caja no, lo que llevaba en su interior.

Al fin llego a mi hogar. Estoy ansioso. Ni si quiera les devuelvo el saludo a mi familia cuando ellos me dicen hola. Sólo tenía una cosa en mente.

-Yo: ¡¿Y el paquete?!

-Madre: Ah... lo he dejado en tu cuarto.

Subo rápidamente al piso de arriba y entro en mi cuarto. Cierro la puerta. Allí estaba, al lado de mi cama.

-Yo: ¡Vamos a averiguar qué c*** hay de una p*** vez!

24 de octubre, 18:00

Hora de ir a buscar mi disfraz para este año. Me dirijo hacia la tienda de disfraces que hay en mi barrio, conocida por ser confeccionados a mano en el taller del propio establecimiento, lo que lograba una gran calidad y realismo en ellos. Algunos considerarían los precios una puñalada en la cartera, pero a mi parecer son justos por lo que ofrecen. Aun así, espero no pasarme con la compra.

Al llegar a la tienda, empiezo a buscar algo que me guste. La verdad, todos los disfraces están tan bien hechos que me sería imposible escoger uno. Sin embargo hay uno que capta toda mi atención en cuanto dirijo la mirada hacia él. Me abro paso entre la gente de la tienda, y me pongo justo delante. Es asombroso. Su aspecto desaliñado y mugriento, las cartucheras que cruzan el torso, las rodilleras, las hombreras, las botas… Incluso tiene su “2” característico en el cuello y en la espalda. Necesito ponérmelo ya. Pasa cerca de mí uno de los encargados de la tienda.

- Yo: Eh… Perdona, ¿me puedo probar el disfraz ese?

- Encargado: ¡Claro!

Baja el disfraz de donde está colgado.  Me lo da y señala en dirección al probador.

Todas las partes del disfraz me entran a la perfección, lo cual me extraña porque parecía más grande cuando estaba colgado. Me miro al espejo del probador, pero tengo una rara sensación que es agradable e inquietante a la vez. No le hago mucho caso, y a continuación me quito el disfraz para pagarlo. Tengo ganas de ponérmelo otra vez. Nunca me había sentido tan a gusto con un disfraz así.

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El disfraz no ha sido precisamente barato, pero dudo que pueda encontrarlo en cualquier otro lugar, y tan bien hecho. Me dirijo a casa de nuevo, esperando impaciente que llegue el viernes de la semana que viene.

Doña Curra se levantaba como cada mañana, miraba el correo para ver si tenía algún caso nuevo, vio que no tenía nada, buscó trailers de videojuegos y los vio mientras desayunaba sus gachas con leche.
Se dijo a sí misma "Bien, es hora de que me vaya al bar de Paco a echar una partidita en la recreativa." Cogio su patinete y en el camino se encontró con el cartero el cuál la paró y le dijo:
-Disculpe Francisca, tengo un paquete para usted
Doña Curra empezó a atizarle a bastonazos y replicó
-¡Te he dicho mil veces que me llames Doña Curra, un respeto a los mayores!
-Perdón señora,aqui tiene su paquete.
-¡Cómo qué señora, señorita en todo caso, que no soy tan vieja!
De nuevo un gran bastonazo en la cabeza fue su forma de despedirse a la vez que cogía el paquete. Doña Curra examinó el paquete con cuidado, tenía en la cubierta superior el número 666 escrito de color rojo y una tarjetita colgando de la caja en la que ponía "Gracias por ayudarme en ese caso tan difícil, Doña Curra, esto es de mi parte para que lo disfrute en este Halloween".
Mmmm -dijo par a sus adentros, - tendré que andarme con ojo, puede que sea algo peligroso.... ¡Pero antes al house of the dead, hoy pienso batir mi record antes que cualquier mozuelo intente quitármelo, juajuajua!

Mi padre me despertó abriendo la puerta de mi habitación de golpe. Intenté huir de la luz que me cegaba tapándome con las sábanas, pero fue en vano.

-Levántate, hoy quiero tortitas. Las quiero en 20 minutos, con el desayuno, ¡venga! -tras esto cerró la puerta.

-Buenos días a ti también -gruñí-. Sí, he dormido muy bien, ¡GRACIAS POR PREGUNTAR!

A regañadientes me levanté de la cama, resoplando e intentando buscar un motivo por el que no volver a acostarme y mandar a tomar por culo su orden. En realidad no encontré ninguno, pero si quería tener un día tranquilo era mejor obedecer. Bajé las escaleras a saltitos y me encaminé a la cocina, donde preparé las tortitas y el resto del desayuno. Por suerte, la primera que bajó fue mamá.

-Buenos días, cielo -me dio un beso en la mejilla-. ¿Has dormido bien?

-Sí, pero me gustaría haber dormido más... En fin, ¿tú has dormido bien? mamá leía propaganda que había cogido de la puerta y leía sin interés mientras asentía-. ¿Algo interesante?

-Hum... Sí, mira, tal vez haya aquí algo para ti para Halloween. A lo mejor si encuentras algo que te guste te disfrazas con tu amigos.

Le di la vuelta a la última ronda de tortitas mientras miraba el folleto que me tendía mi madre. Sin saber por qué, me recorrió un escalofrío al tomar la pequeña revista. Pasé rápidamente la sección de disfraces infantiles, esperando encontrar los típicos disfraces de "cualquier cosa versión putilla". Sin embargo, mi sorpresa fue bastante considerable.

-Creo que sí que hay algo que me interesa... ¿Me puedo pasar esta tarde?

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Al llegar a la tienda, de nuevo, tuve un escalofrío. Lo achaqué a que no llevaba nada de abrigo aparte de una chaqueta de cuero encima de la ropa normal, y entré. La tienda tenía disfraces y decoración de Halloween hasta el techo, telarañas de pega incluídas. Paseé un rato por los pasillos, mirando diversos disfraces, algunos muy bien hechos y currados, tanto que sorprendía que el precio no fuera algo desmesurado. Finalmente, encontré el que estaba buscando. Ni en mis mejores sueños habría pensado que este disfraz lo encontraría en una tienda corriente y moliente de disfraces. La vida te sorprende, claramente.

Me acerqué al mostrador con el disfraz, cuidadosamente envuelto en una funda semitransparente. Me había asegurado de que aquella era mi talla correcta, pues prefería probármelo en casa. El dependiente, un hombre en la treintena, me sonrió amablemente, lo que me hizo sonreír a mí.

- ¿Te llevas este, señorita? Estoy seguro de que te quedará como un guante -tras pagarle, me dedicó una extraña sonrisa-. Tan bien como una segunda piel.

Al salir, otro escalofrío, esta vez más intenso que los demás, me recorrió todo el cuerpo. Maldita sea, está empezando a refrescar, pensé.

Estaba durmiendo plácidamente en la litera, como siempre abajo mientras mi hermano Zack dormía arriba. De pronto, sonó el despertador. Tenía el despertador tan cerca de mi cama que me desperté de un sobresalto golpeándome contra la cama de arriba.*Auch* decía mientras me rascaba la cabeza y miraba la hora.

Zack:*Despertándose por el jaleo que provoqué* Pe..pero qué demonios..... ¿¡Narf!? *Decía mientras miraba desde arriba*.

Yo: Perdona..*Lamentándome por su sobresalto también*.

Zack: Nada, no te preocupes total... yo también me iba a despertar

Baja de su cama mediante su escalera y me ayuda para levantarme.

Yo: Gracias.

Le dije mientras agarraba de mi cajón mi ropa.

Me dirigí al cuarto de baño para cepillarme los dientes y después pegarme una ducha. Luego de unos minutos, termino y me pongo mi ropa. Me dirijo de nuevo a mi habitación mientras Zack entra al cuarto de baño. Mientras estaba en la habitación pensaba en algo.

"Qué raro que Sparky no haya venido a saludarnos" - Me decía mientras salía Zack. Bajamos los dos a la cocina y allí estaba nuestra madre, que había preparado el desayuno.

Madre: Buenos días chicos que tal habéis dormido?*decía mientras estaba poniendo en la tostadora dos trozos de pan mientras calentaba también un poco de  bacon en la sartén *

Zack:bueno pues yo he dormido muy bien y Narf..*mirándolo mientras predecía lo que iba a decir le doy un codazo para que no dijera nada*Narf...también durmió muy bien..

Madre:me alegro por vosotros chicos,vuestro padre como siempre se ha tenido que ir temprano*decía mientras terminaba de cocinar y poniendo en dos platos nuestra tostada con un poco de tomate con jamón a cada uno con dos trozos de bacon*-Que aproveche-*nos dijo mientras nosotros con dos vasos con zumo de naranja y con los platos con cuidado nos dirigimos a la mesa*

Cuando yo terminé de comer vi a mi perro en el sofá con las orejas agachadas, me acerqué a él vi que tenía un trozo de tela oscura entre sus patas-Oh no....- me temía lo peor y corrí hacia el armario que estaba un poco abierto y al acercarme lo vi, todo mi disfraz de Halloween desgarrado y hecho trizas.Así que sin más remedio recogí lo que era antes un disfraz y lo tiré a la basura, cuando en ese momento Zack me estaba mirando.

Zack: Narf eso que fue lo que tirastes?

Yo:es mi disfraz de halloween o.. lo que queda de él.

Zack: oh vamos no te desanimes

En ese momento se acerca nuestra madre dándome un poco de dinero-Toma para que te compres otro.

Yo:-pero mamá no hace falta el...-no me dejó de terminar ya que me estaba acercando a la puerta para que saliera y comprara un disfraz,sin más remedio tuve que hacerle caso y fui a comprar el nuevo disfraz.

Después de un largo recorrido,desilusionado ya que había ido a muchas tiendas y todos los disfraces estaban agotados-Lo sabia, sabía que iba a pasar esto-me decía a mi mismo mientras me fijaba en una tienda  a lo lejos,fui a acercarme y  era  muy peculiar y vi en un letrero que había artículos de halloween-espero por favor que aquí quede uno al menos-dije con algo de esperanzas y nada más entrar fui a donde estaban los artículos de halloween, había muchas cosas de halloween pero eran muy viejos y se notaba que estaban muy pasados de moda ,no me fijé de más cosas porque mi prioridad era buscar disfraces,pero no encontré ninguno, mis esperanzas decaían.

¿Le puedo ayudar?-Dijo una voz bastante grave y muy mayor, nada más oírla me giré, y vi a un señor mayor de 50-60 años mas o menos,evité pegar el bote pero el susto me lo llevé.

Yo:bueno...verá...yo estaba buscando un disfraz pero no veo ninguno..-¿un disfraz?-dijo el señor mientras me miraba y pensativo-pues...déjeme que vea, creo que tengo uno con su talla  exacta-dijo mientras con una de sus llaves que se sacó de su bolsillo abrió una puerta y entró en una especie de almacén, de mientras,yo estaba esperando, pero, estaba tardando mucho-espero que merezca la pena-dije mientras  de pronto sale y llevaba una misteriosa caja negra y la deja en el mostrador-bueno al parecer tuvo suerte de que la encontrará.

Muchos pensamientos llenaron mi cabeza sobre que había en esa caja negra pero no tenía tiempo ya que estaba anocheciendo así que le pagué al hombre y éste la guardó en una bolsa fácilmente pero se notaba que la bolsa no iba a soportar que se rompiera por la caja-aquí tiene su pedido gracias y vuelva pronto-fueron sus ultimas palabras antes de que cogiera la bolsa con las dos manos para asegurarme de que no se rompiera la bolsa por el peso de la caja ya que pesaba bastante y me dirigí a casa con el disfraz que por fin encontré.

- Karem: ¡Bast, mira este! ¡Y este! ¡Y ese!

- Bast: Ya voy, Karem.

Acababamos de entrar en la tienda y Karem ya se había vuelto eufórica, yendo de un lado a otro, mirando los disfraces con asombro. Blast la llevaba cogida de la mano para evitar que saliera corriendo y perderla de vista. Al poco rato nos separamos para ahorrar tiempo. Karem y Bast irían a buscar uno para ella, ya que él disponía del suyo desde mese antes, mientras yo buscaba alguno que me gustara.

La tienda tenía una gran selección de trajes, pero a pesar de ello, ninguno llegaba a llamarme mucho la atención. El típico disfraz de hombre-lobo, el de vampiro... Ese año quería algo diferente, algo especial. Tras varias pasadas por los pasillos de la tienda y tras encontrarme repetidas veces con Karem y Bast, encontré una pequeña zona apartada de la tienda, donde había unos cuantos trajes expuestos. A simple vista se podía ver que estaban en una zona apartada. Estos eran más... "oscuros". El simple hecho de mirarlos colgados ya hacía que un sudor frío me recorriera la espalda. Ir con uno de esos disfraces en la oscura noche de Halloween haría que más de alguno se tuviera que cambiar de pantalones.

Eché un vistazo a los diferentes trajes que allí había colgados hasta que uno llamó mi atención. Era un traje completo, con botas y guantes propios para hacerlo aún más realista y una capucha que tapaba casi toda la cara, como si de una máscara se tratara. Le pregunté a uno de los encargados si podía probármelo. Tras mirar un poco extrañado el traje, me indicó dónde estaban los probadores.

Era increíble lo bien que me quedaba. Todas las partes entraban a la perfección y era sorprendentemente ligero. Cada vez que me miraba al espejo un escalofrío me recorría la espalda al verme vestido con él. Ya estaba decidido. Ese sería mi disfraz. Con cierto trabajo, conseguí quitármelo y volverlo a meter en su funda. Salí de los probadores y fui en busca de Bast y Karem, quienes encontré junto al mostrador. En cuanto me vio, Karem se me acercó dando saltos de alegría.

- Karem: ¡Flashy, mira mi disfraz!

En las manos llevaba un pequeño disfraz de mapache. Una elección cuanto menos curiosa.

- Flash: Es muy bonito, Karem.

Bast se acercó a nosotros.

- Bast: ¿Todo listo?

- Flash: Yup.

Fuimos al mostrados y pagamos los trajes. Durante todo el trayecto de vuelta a casa no paraba de mirar la bolsa dónde estaban guardados los disfraces. No podía esperar a que fuera Halloween para poder volver a ponerme el disfraz.

Llevo al crío a su casa.Nada más entrar,va a su cuarto para ponerse el disfraz.No tarda mucho en bajar.

-Yo:Ben...¿Estás totalmente seguro de que quieres ese disfraz?Podemos ir a devolverlo.Estamos a tiempo todavía.

-Ben:¡Quiero este!

-Yo:Vale,vale.

Me quedo mirándole.

-Yo:No te lo vas a quitar hasta que tengas que acostarte,¿verdad?

-Ben(sonriendo):¡No!

-Yo:Pues nada...¿Te quedas solo o te viene a recoger alguien?

-Ben:La tita Louanne viene ahora.

Asiento.Cuando llega,me despido del niño y voy a mi casa.Nada más entrar,voy directo a mi cuarto.Tengo que examinar el disfraz que he ganado.

-Yo:Lo que no se exactamente es lo que es...Parece...Naaaah...

Al mirarlo,siento como si me atrajera.NECESITO ponérmelo,así que me quito lo que llevo puesto y me lo enfundo.Al hacerlo,siento como si tocara el cielo.

-Yo:Esto es...increíble...Je...

Empiezo a reír desenfrenadamente.

-Yo:¡Esto es sublime!¡No se por que,pero...wow!

Cuando dejo de reírme,me siento en la cama.Miro en la funda y veo que hay algo de ropa para el disfraz.

-Yo:<<Esto es demasiado extraño...>>

Al pensar en la euforia que aparentemente me ha provocado el disfraz,me asusto.No tardo en empezar a quitármelo.Al hacerlo,la sensación de euforia desaparece.Me visto y me quedo mirando el disfraz.Siento que me llama.

-Yo:Tranquilo,Prower.Eres un ser racional y sabes que obsesionarse con un trozo de tela es una locura.Ahora,vas a dejar de hablar solo,vas a bajar y a empezar a prepararte la comida.

Salgo de mi cuarto,aun con el disfraz en la cabeza.


21:00

Acabo de salir de la ducha.Es hora de irse,y hay que ponerse un disfraz.Pero tengo dos posibilidades.La verdad es que ponerme el disfraz nuevo me da algo de miedo.

-Yo:Pero me sentía tan bien...

Agito la cabeza.Es mejor ir a lo seguro,así que me pongo el disfraz de hombre lobo que tenía preparado ya.Cojo unos caramelos y salgo a la calle.Esta están llenas de niños.Sonrientes,van casa por casa pidiendo caramelos...o haciendo jugarretas a quienes no les dan.

-Yo:Vamos a ver que se cuenta esta gente.

Empiezo a andar en dirección al parque Gwen,el lugar en el que hemos quedado.Es algo temprano,pero bueno.Así quizás pueda asustar a alguno.

Casi rompo la caja por las ansias. Y ahí está, la razón de mi intranquilidad. Un disfraz. Un puñetero disfraz había estado cerca de hacerme perder la cabeza. No sé si alegrarme por al fin descubrirlo o enfadarme por aquella estupidez. Miro mejor el disfraz y observo que estaba muy bien hecho, tanto que me dan ganas de probarlo. Cedo a la tentación ya que no pienso que haya algo malo por hacerlo. Es increíble, me sienta como un guante. Estoy tan sorprendido por lo bien que me queda y lo que me está gustando que no me doy cuenta de la persona que había entrado a mi habitación.

-Eva: ¡Ah!... ¿Kagi...?, ¿eres tú...?

Me giro para encontrar a mi hermana temblando de miedo, no parecía reconocerme.

-Yo: ¡Tra-tranquila, soy yo! E-es lo que venía en la caja de antes, ¿te acuerdas?, ¿a que mola?

La niña se tranquiliza un poco, pero aún se la notaba inquieta.

-Eva: Es muy...

-Yo: No tengas miedo, que soy yo de verdad.

Me quito la parte de la cabeza

-Yo: ¿Ves?

-Eva : S-sí.

Me agacho para ponerme a su altura y acariciarle la cabeza.

-Yo: ¿Tranquila, vale? Estoy bien... perdona si te he asustado. Vuelve abajo y diles a papá y a mamá que estoy bien.

Hace lo que le pido. Me termino de quitar todo el disfraz. Por alguna razón, había notado cómo me llenaba de energía mientras lo llevaba puesto. Algo extraño. Pero aun así, tomo en ese momento la decisión de llevarlo puesto para la quedada que tendría con mis amigos. Debido a mi pereza y que me había acabado pillando el toro, no tenía ningún disfraz para la ocasión. Eso era hasta hace unos minutos, por supuesto.

Llega la noche del día señalado. Me pongo una vez más el disfraz que me venía como caído del cielo. Pero esta vez ocurre algo que me toma por sorpresa. Ese "subidón" de energía que había sentido anteriormente había desaparecido. En su lugar, un aberrante dolor recorre mi cuerpo. Tal es la agonía que me caigo al suelo, pero no puedo gritar, noto cómo me ahogo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, no entiendo lo que me había pasado. Debería estar muerto de miedo, al menos a un grado que no me dejara salir de mi cuarto. Pero ahí estaban de nuevo, esa sensación de buena energía y gran comodidad, que ahora eran mayores. Esto me obliga a convencerme a mí mismo que lo anterior no había pasado.

Salgo de la casa casi corriendo y brincando, sin siquiera despedirme de la familia. Está todo muy oscuro, salvo por escasas farolas que hacen su trabajo, y se puede ver a niños y no tan jóvenes disfrazados andar por las calles.

A los pocos pasos, se me ocurre gastarle una broma a un pequeño grupo de niños que veo. Me oculto en una esquina y espero. Cuando oigo que están cerca, salto en frente de ellos y doy un grito a la vez que ponía una cara grotesca. Los pobre niños se van corriendo asustados, incluso uno de ellos deja caer su bolsa de caramelos. Me río de su reacción, tanto como si hubiera sido la primera broma que me salía bien en toda mi vida tras muchos intentos. Los niños ya estaban lejos y la bolsa de caramelos estaba en el suelo, sola. Como no me gusta ver basura en el suelo, la recojo y empiezo a comer las chucherías que tenía en su interior, mientras me dirigía al punto de encuentro acordado con mis amigos.

31 de octubre, 20:00

Por fin ha llegado el día que esperaba con tanta ansia. No he parado de pensar en mi disfraz durante toda la semana, en sus detalles y en lo a gusto que me sentía al tenerlo puesto. Hoy es el día perfecto para lucirlo. Sin perder más tiempo, abro el armario, saco el disfraz con cuidado y le quito su percha. Le paso la mano por encima. Hasta su tacto es agradable, reflejo de los materiales de buena calidad utilizados para confeccionarlo. Me dejo encima lo necesario y a continuación me pongo el disfraz.

Estoy a punto de salir de la habitación, cuando de repente comienzo a sudar muchísimo, cosa que me extraña porque estaba perfectamente hace un momento. Siento náuseas, la cabeza me da vueltas y me cuesta respirar. Me siento en mi silla e intento recuperar el aliento. ¿A qué viene esto? Justo cuando voy a ir a algo que me interesa, me tienen que pasar cosas así.

Tengo ganas de vomitar. Noto que tengo el estómago hecho un revuelto. Me duelen todas las extremidades, y hasta me cuesta moverme. Es como si el disfraz estuviese apretándose contra mi cuerpo. Me acerco a mi cama y reposo sobre ella, encogiéndome por el dolor y deseando que pase cuanto antes.

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Abro los ojos. El dolor de antes decrece poco a poco. Las náuseas se me han aliviado, y puedo respirar sin dificultad. Me incorporo, pero suelto un grito cuando veo mis piernas.


- Yo: ¡AAH! ¡¿QUÉ?!

Me llevo las manos a la garganta. O eso intento, porque no las tengo. Empiezo a hiperventilar. ¿Qué me ha pasado? ¿Dónde está mi cuerpo? ¡¿Cómo me quito esto?! No hay nadie en casa. ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué soy?!

Me arrastro por la cama hasta llegar al borde, sintiendo escalofríos cuando veo mis brazos, o lo que antes eran mis brazos. Me bajo despacio, pero eso no evita que me dé un golpe contra el suelo. Tengo que gatear.

Llego hasta el cuarto de baño, pero el espejo está demasiado alto para mirarme, y como intente subirme al banquito probablemente acabaré de nuevo en el suelo. Miro a mi alrededor y doy con una cesta que está a mi alcance. Rebusco en ella, y encuentro un espejo rectangular. Me acerco lentamente a él, sintiendo que se me va a salir el corazón del pecho en cualquier momento. Veo mi rostro reflejado, y del sobresalto me golpeo con la pared de atrás.

- Yo: ¡¿Por qué?! ¿Por qué soy Littlepip?

Spoiler:

Al llegar a casa, tengo una extraña urgencia por ponerme el disfraz. Es decir, más urgencia de lo normal. Oigo que mi madre me saluda y me pregunta algo, pero no presto atención. Subo a mi habitación corriendo y cierro la puerta mientras saco el traje de su funda. Es mucho más completo de lo que parece en realidad: aparte del traje trae los accesorios e incluso el maquillaje que necesito. Es genial, absolutamente genial.

Me apresuro a desvestirme y ponerme el vestido y peluca, que para mi sorpresa es menos complicada de poner de lo que parece, teniendo en cuenta la longitud de mi pelo. Tras contemplarme en el espejo me doy cuenta de que el disfraz me sienta realmente bien: se ajusta totalmente a mi cuerpo, y la peluca me favorecía bastante. Quedaban los accesorios, que procedí a ponerme en el cuello y la boca, y los calcetines en las piernas.

-Vale, ahora toca el maquillaje...

Me encaminé al baño y abrí una pequeña botellita con el maquillaje que necesitaba en mi cara, hombros, busto y mano. Lo apliqué como pude con cuidado, ya que no tengo demasiada experiencia, pero aquel maquillaje debía ser de una calidad excelente, porque cubrió mis rasgos a la perfección, incluso los lunares, sin que apenas se notase el color de la piel. Procedí a hacer lo mismo con la mano y mis hombros, y de nuevo me sorprendió lo bien que se aplicaba aquello. Ni siquiera daba esa agobiante sensación de llevar puesta una máscara de pintura.

Ya estaba casi totalmente lista. Era una pena no poder estar perfecta debido a las lentillas, pero qué se le va a hacer. Sin embargo, mi cabeza sigue mirando al estuche donde venía el maquillaje. Rebusco, sin saber bien por qué, hasta que encuentro un pequeño estuchito que reconozco bien: es para lentillas.

-Vaya, incluso trae lentillas, es un detalle, pero no me las voy a poder poner, de todas formas, no son como las que necesito... -abro el estuchito y encuentro un par de lentillas rígidas, como las que yo uso-. Oh, esto sí que es una sorpresa. Pero aun así no tendrán mis dioptrías, llevar las gafas quedaría cutre... Pero vamos a ver cómo quedan.

Con mi habitual cuidado, me coloco las lentillas. Tras parpadear un momento, me sorprende que sean más cómodas que las mías: puedo abrir casi completamente el ojo, sin necesidad de tenerlos entrecerrados durante un buen rato. Pero mi sorpresa llega cuando fijo mi mirada al fondo del baño: veo perfectamente de lejos. Y apenas noto ni las lentillas ni el color de estas; veo completamente bien.

Una extraña euforia me recorre el cuerpo, dejándome sin aliento, cuando me miro al espejo con el disfraz completo. Estoy... ¡Genial! Rebusco en mi bolso hasta encontrar mi móvil. En él veo un mensaje: Quedamos en el parque Gwen esta noche, ven con disfraz

- ¡Mamá, voy a salir! -le digo a mi madre.

-Estupendo, deja que te vea -no puede evitar esbozar una mueca cuando me ve-. ¿De qué se supone que vas?

-De un personaje que me gusta, ya te contaré cuando vuelva, me están esperando mis amigos -le doy un beso en la mejilla y salgo de casa en dirección al parque.

Noto muchas miradas sobre mí, ya que mi disfraz no es lo que se dice común, pero me daba igual. Me sentía genial con él puesto, aunque me molestaban un poco las costuras de la boca... Tal vez me las había pegado demasiado fuerte.

"Debo admitirlo" pensé "este traje parece hecho para mí"

-Yo también lo pienso, my lady -dice una voz en mi cabeza.

Me quedo helada al reconocer la voz. No puede ser real, sencillamente no puede.

- ¡¿LEVIATHAN!?

Entré a mi casa algo aliviado de poder encontrar un disfraz, subí las escaleras y me acerqué a mi habitación-menos mal que no esta zack-dejando la caja en la cama y cerrando la puerta con cerrojo.

Veamos lo que hay-abrí la caja y mi sorpresa fue mayor-wow..-era un gran disfraz tenía muchos complementos no pude aguantarlo y me dispuse a probármelo cuando me estaba poniendo la parte superior algo se cayó al suelo miré para ver lo que era y era una especie de porra metálica.

-¿y esto?-lo recojo y lo miro-como mola pero...no perder más tiempo- me guardo la porra extensible en un bolsillo del traje y finalmente me lo pruebo me dirigí rápido a un espejo para mirarme me sentía bastante bien para ser un simple traje.

-cuando me dirigí para guardar la caja vi que en el fondo había algo más, un simple móvil- y una pequeña caja oculta con el fondo de la caja-y ¿esto...?-me fijé mas en aquel objeto-¿un móvil?- me dije alegrándome mucho

Empezé a toquetearlo pero no había manera de encenderlo- que pena...estará estropeado-dije con pena mientras miraba la hora-¡Mierda!-meto el móvil en la  gran caja y la guardo debajo de la cama pero no presté mucha atención a la otra caja  ya que tenía muchas prisas.

Al salir de mi cuarto me noté diferente como si tuvieramás agilidad de la que yo tenía-será mis imaginaciones- dije mientras salgo de la casa para ir a donde se encontraban mis amigos

Saco el móvil y miro la hora.Ya han pasado 15 minutos desde la hora que acordamos para dar una vuelta.

-Yo(guardando el móvil):Tócate los cojones...

Doy un último vistazo al parque y comienzo a andar.Si nadie más viene,tendré que hacer algo.Jugar al pc en casa me suena muy bien.

-Yo:<<Aunque es algo triste...>>

De repente,se me cruza un hombre de extraña apariencia.

Spoiler:

-Desconocido:Hey,chaval...

Se me acerca lentamente.A su vez,va metiendo su mano derecha en uno de los bolsillos de su gabardina.Me pongo en guardia.

-Yo:No se acerque más.

-Desconocido:Wowowow.Tranquilo,chaval.

Lentamente,veo como saca una tarjeta de su bolsillo.La deja en el suelo.

-Desconocido:No soy ningún loco ni quiero hacerte nada.Solo guárdala.La necesitarás más adelante.

Da media vuelva y se pierde entre los árboles.Con precaución me acerco y cojo la tarjeta.


Guardo la tarjeta en un bolsilla,aun sin saber exactamente lo que es.Un sonido proveniente de la oscuridad hace que acelere el paso.Me parece ver como una sombra va saltando de rama en rama.Una pequeña figura de grandes orejas.Empiezo a correr.Cuando llego a casa,subo rápidamente a mi dormitorio,me quito el disfraz y me acuesto.

-Yo:Tranquilo,Prower...Solo ha sido tu imaginación...Eso es...Solo tu imaginación...

Cierro los ojos.Va a ser una noche muuuuuuy larga.


10:30

Abro los ojos.Todavía estoy muerto de miedo por lo de anoche,pero la luz diurna es como un escudo anti pesadillas.

-Yo:Hora de levantarse...

Giro la cabeza y miro el disfraz que conseguí en el sorteo.La tentación de ponérmelo no desaparece.

-Yo:<<Quizás luego>>

Bajo y me acerco a la cocina para comer algo cuando,de repente,un agudo grito de dolor sale de la casa de mi vecino.

-Yo:¡Ben!

Dejo las cosas y salgo corriendo a la casa de al lado.La puerta está cerrada,así que no tengo más remedio que romper una ventana para poder entrar.Subo corriendo al cuarto del niño...solo que no me encuentro allí a Ben,sino a una versión de carne y hueso de lo que antes era su disfraz de Halloween.

Spoiler:

Me acerco a ella.

-Yo:¿Q-qué eres?

-Niña:Soy yo...Ben...

Se mira en el espejo de su cuarto y empieza a llorar.

-Niña:Soy Ben...Soy Ben...Soy Ben...

Se lanza a mis brazos y me abraza.Su llanto desconsolado me hiela el alma.

-Yo:No puede ser...

-Ben:¿Qué me ha pasado,Max?

-Yo:No lo se.Solo se que tienes que quitarte ese disfraz de inmediato.

Sorbe con la nariz y se aleja de mi.A continuación,se lleva las manos a la espalda.Por la expresión de su cara,se que algo va especialmente mal.

-Yo:¿Qué ocurre?

-Ben:¡No me lo puedo quitar!

Le doy la vuelta.Efectivamente,su espalda es normal y corriente.Y eso no es normal en esta situación.

-Yo:...Ven conmigo.

La cargo a mi espalda y salgo corriendo a mi casa.

-Yo:<<¡¿Dónde demonios están mis padres?!>>

Dejo a Ben en el suelo.

-Yo:Espera aquí.Bajo enseguida.

Subo rápidamente a mi cuarto y cojo el nuevo disfraz.Tengo que deshacerme de él.Lo meto en una maleta,así como algunas cosillas más y me lo cargo a la espalda.Cojo una manta de uno de los armarios y luego a por la orni.

-Yo:Cúbrete con esto.Vamos a ir a que te quiten ese condenado disfraz.

Se cubre con la manta.La cojo en brazos y,tras mirar si viene alguien,salgo a la calle.

-Yo:¿Qué has hecho para que te ocurra esto?

-Ben:¡No lo se!¡Solo me puse el disfraz de nuevo!¡Fue entonces me convertí en esto!

Empieza a sollozar de nuevo.

-Yo:Eh,relájate.Todo va a ir bien.

Una segunda vez,¿eh?Menos mal que me decanté por el disfraz de hombre lobo anoche.Por fin llegamos a la tienda.Pero,como es más que evidente(por ser un día festivo),la tienda está cerrada.Empiezo a aporrear la puerta.

-Yo:¡Abran,maldita sea!¡¡Es una urgencia!!

Nadie responde.

-????:No van a abrirte.

Me doy la vuelta.Es el tipo de anoche.

-Buhonero:Es quien está tapado el afectado,¿no?

Asiento.Aunque sospechoso,parece que sabe de lo que va el tema.Se acerca lentamente.Rápidamente me llevo una mano a la maleta para coger algo en caso de que intente atacarnos.Lo único que consigo es meter la mano en mi disfraz.Intento sacarla,pero me es imposible.

-Yo:B-Ben,ponte detrás de mi.

Tras hacerlo,me quito una de las asas de la maleta para así ponerla frente a mi.

-Yo:No se acerque.Estoy armado y no dudaré en defenderme en caso de ataque.

El buhonero levanta las manos.

-Buhonero:Voy a abrir lentamente mi gabardina.En ella tengo una navaja semiautomática.Voy a cogerla,a ponerla en el suelo y a lanzarla a tus pies,¿de acuerdo?

Asiento.Noto un hormigueo en mi mano.El buhonero hace lo acordado.

-Buhonero:Aah...Ya veo.

Miro mi brazo.Está cubierto por el disfraz.

-Yo:¡¿Qué es esto?!

-Buhonero:Si me acompañáis no tendré problemas en explicároslo.

Hacía rato que sólo me limitaba a comer caramelos y andar mientras estaba inmerso en mis pensamientos. De repente, escucho cómo un coche se acercaba peligrosamente a mi posición. Me fijo que estaba en medio de la carretera y veo al coche en cuestión. El conductor, junto a sus pasajeros, está haciendo alboroto con sus gritos y la música a todo volumen. También llevan vasos derramando bebida, lo que decía que venían de alguna fiesta. No debería importarme eso más que la posibilidad de morir atropellado. Están a muy poca distancia y sólo se me ocurre soltar la bolsa y saltar. Saltar hacia atrás. Saltar dando una voltereta hacia atrás. Esto mismo me tuve que repetir después varias veces porque no me creía lo que había hecho. Lo estoy "flipando" a más no poder. Y lo único que se me ocurrió hacer a continuación era poner a prueba aquellas extrañas habilidades que había conseguido sin cuestionarme en algún momento.

No tardo mucho en estar en la azotea de un edificio cercano, como esas a las que los protagonistas de películas o series le resultaban tan fácil llegar en un solo cambio de escena. Es cuando empiezo a hacer lo que muchos tacharían de locura; saltar de azotea en azotea. Lo más extraño es que puedo. Me siento vivo y grito de la emoción con cada salto... hasta que me tropiezo y caigo en otra azotea. Ni si quiera eso bajó mi ánimo.

Ya cuando me estaba debatiendo si continuar o parar antes de que alguien me viera y llamara a la policía, oigo un grito. Bajo tan rápido del edificio como puedo y me adentro en el callejón del que provienen voces. Veo a dos pandilleros acosar a una mujer que intentaba defenderse torpemente con su bolso, haciéndome presenciar una de las escenas más cliché que podías encontrarte en una película de superhéroes. Sabiendo esto, quise formar parte de aquella historia.

-Yo: ¡Eh!, ¡vosotros!

Logro llamar su atención.

-Pandillero 1: ¿Qué coño...?, ¡Johny, que la mierda de tu amigo me hace ver ranas con antifaces!

-Pandillero 2: Que no, tío, que hace ya una hora que no nos chutamos nada. Es Halloween, será alguien disfrazado.

-Yo: ¡No soy una rana, soy...!

Intento mirar mi espalda, encontrándome un caparazón. Luego, miro el resto de mi cuerpo con más atención.

-Yo: Soy una tortuga... que ha tomado algo de esteroides... un antifaz... ¡y nunchakus!

Digo mientras saco de mi cinturón, que venía con el resto del disfraz, un par de las mencionadas armas.

-Yo: Soy... ¡soy una tortuga ninja! [NOTA: Mi personaje no conoce las tortugas ninjas, ni si quiera sé si poner que en este mundo no existe nada de ellas.]

Me miran con caras extrañadas.

-Pandillero 2: Tío, tú sigue con ésta, yo me ocupo de la rana gilipollas.

El que acaba de hablar se me acerca, sin detenerse, como si quisiera echarme del callejón.

-Pandillero 2: Venga, chaval, para atrás y aquí nadie ha visto nada, ¿vale?

-Yo: ¡Ya te gustaría, he venido a ayudar a esa mujer!

Le empujo y éste se altera.

-Pandillero 2: ¡Mira, capullo, que te meto, ¿eh?!

Intenta darme un puñetazo, pero le esquivo y le hago una zancadilla.

-Yo: ¿Decías?

Se levanta notablemente molesto.

-Pandillero 2: ¡Me cago en la puta-!

Me da un puñetazo en mis ahora abdominales. Aparta rápidamente su mano roja por el golpe.

-Pandillero 2: ¡Joder!, ¡¿qué coño llevas ahí?!, ¡¿libros, puto friki de mierda?!

-Yo: ¡Esa boca, que esto lo pueden leer niños!

-Pandillero 2: ¡Tío, este tío lleva una armadura o algo, me largo de aquí!

Se va corriendo.

-Pandillero 1: ¡Sí, hombre, me vas a dejar aquí con el marrón!

Me acerco al que queda. Éste saca una navaja.

-Pandillero 1: ¡Que está afilada, ¿eh?!

-Yo: Venga, que seguro que no quieres irte llorando como tu amigo.

Levanto la mano para intentar tranquilizar al delincuente, pero éste zarandea la navaja y yo quito la mano de en medio.

-Pandillero 1: ¡Que me dejes, hostias!

Le doy en la mano que tiene la navaja con uno de los nunchakus y le desarmo.

-Pandillero 1: ¡Joder!

Se va corriendo del sitio. Veo el bolso de la mujer en el suelo, lo cojo y se lo doy a la dueña, exhibiendo una sonrisa.

-Yo: Tome señora, espero que esos brutos no la hayan hecho daño.

La mujer coge el bolso con miedo y se va corriendo y gritando.

-Yo: Vaya, al menos podía haber reaccionado de una manera mucho menos predecible.

Noto una pequeña molestia en uno de mis dedos de la mano. La examino y veo que tenía una herida que expulsaba un poco de sangre.

-Yo: Eh-¿qué?, ¿sangre?, pero si yo-el disfraz... ¿piel?, ¡¿piel de verdad?!

????: Eres un poco lento. Bueno, supongo que es lo más apropiado para una tortuga.

Aún no salía de mi sorpresa para encontrarme con otra.

????: Déjame que te cuente, amigo.

Seguimos al buhonero hasta una zona apartada de todo el mundo.Se da la vuelta y mira a Ben.

-Buhonero:¿Hace cuanto que te pusiste el disfraz?

-Ben:No...No lo se...

-Yo:Lo escuché hará cosa de 1 hora y media.

-Buhonero:Bien.Quítatelo.

-Ben:¡Pero no puedo!

-Buhonero:Vas a poder.

Nos miramos.Dejo a Ben en el suelo.A continuación se lleva las manos a la espalda.Veo como una expresión de sorpresa cruza su cara.Empieza a tirar de la cabeza,consiguiendo poco a poco quitársela y,de este modo,descubriendo su cara real.

-Ben:¡Vuelvo a ser yo!

-Buhonero:Sí.Ve a quitarte eso,anda.Voy a hablar con tu amiguito un poco.

Ben me mira.Tras asentirle para darle mi permiso,se aleja.

-Yo:¿Qué coño era eso?¿Y qué le pasa a mi disfraz?

-Buhonero:Es complicado.Y,posiblemente,si no hubiera sido por el crío,no me creerías.

Suspira.

-Buhonero:Cuando te pones estos disfraces...Cambias.Lo primero que sientes es muchísima calor.Dolor.Mucho dolor.Tu cuerpo y el disfraz se hacen uno pero,como has podido ver con el pequeño,es la forma del disfraz la dominante.Ganas poderes en el caso de que el disfraz los tenga.Habilidades.También tu personalidad se ve algo alterada.Yo mismo era una chica de más o menos tu edad hasta hace relativamente poco.

Toda esta información me choca mucho,pero hay algo que me llama la atención especialmente.

-Yo:"¿Eras?"

Me mira seriamente.

-Buhonero:La segunda vez que te pones el disfraz,tardas una hora en poder volver a quitártelo.Las sucesivas veces,cada vez más,dependiendo esto de cada persona...Hasta que llegues a la semana.Cuando llegas a la semana,el disfraz desaparecerá al poco de ponértelo.Será entonces cuando tu cuerpo entero cambiará y adoptará la forma del disfraz de manera definitiva.

Me recorre un escalofrío.

-Yo:¿No hay alguna manera de evitarlo?

-Buhonero:No.Como habrás notado,el disfraz te incita a ponértelo.Si no,no estarías así.

Señala mi brazo.El disfraz se está introduciendo por debajo de la manga.

-Buhonero:Eso solo pasa a partir de la primera vez.Ahora no tienes más remedio que ponértelo entero...O cortarte el brazo,claro.

Me quedo en silencio.

-Buhonero:He de admitir que la manufactura es bastante mediocre.Cuesta reconocer lo que es.

-Yo:...¿Me lo tengo que poner directamente sobre la piel?

Asiente.Saco el disfraz de la maleta.Con la navaja que me dio antes corto mi camiseta,pues no me es posible sacarla bien.El desconocido se da la vuelta.

-Yo(mientras me lo pongo):No me has dicho tu nombre,por cierto.

-Buhonero:Alex.

Todo mi cuerpo menos la cabeza está cubierto ya por el disfraz.Noto un hormigueo.

-Yo:Vamos a ello.

Me pongo la cabeza.Noto como el disfraz se sella.Empiezo a sentir calor.De repente,el disfraz se pega a mi cuerpo.Cada vez que una parte hace esto noto como si me echaran aceite hirviendo.

-Yo:¡Ah!

Cuando todo está pegado,siento como mi cuerpo "burbujea".Mi esqueleto empieza a cambiar,así como mi musculatura.Siento como si mis ojos fueran a explotar.Nuevos huesos me crecen.Entre mi agonía soy capaz de ver como mi altura visual baja drásticamente.

-Yo:¡¡AYUDA!!¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAGH!!

Escucho como mi voz se ha hecho más aniñada.Los cambios siguen,pero mi cerebro no puede aguantar más.Me quedo al borde de la inconsciencia justo cuando mis pulmones cambian de tamaño.El breve momento de hipoxia hace que me despierte.Con una última oleada de dolor,los cambios cesan.

-Yo:¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!!

Me tumbo boca abajo.Escucho como alguien se acerca.Miro en la dirección del sonido y veo a Ben,ahora cubierto solo por la manta con la que antes le cubría y su disfraz en la mano.

-Yo:Ben...Ya estás bien...Mogu estaba preocupado,kupó...

El corazón me da un vuelco."¿Kupó?".Eso solo lo dicen los moguris.Me pongo en pie rápidamente.Todo es mucho más grande que yo.

-Yo:¿Qué pasa,kupó?¿Por qué todo es tan grande,kupó?

Alex se acerca.

-Alex:Quizás deberías mirarte al espejo.

De su gabardina saca un pequeño espejo circular.

-Yo:¡Kupó!

Spoiler:

-Yo:Mogu es...Wow...

Alex me acerca mi maleta.

-Alex:Quizás deberías vestirte.

Miro mi cuerpo.Es cierto.Estoy desnudo.Y puedo dar fe de que no es un disfraz lo que tengo puesto.Me sonrojo,cojo la ropa y me voy a un lugar apartado a vestirme.

-Alex:Ahora...

Antes de que pueda seguir,algo le alcanza en la rodilla.

-Yo:¡Alex,kupó!

Miro a mi alrededor.

-Alex:¡Iros!¡Poneos a salvo!

No tiene que decirlo dos veces.Cojo a Ben de la mano y empiezo a tirar de él.

-Yo:¡Ven tu también,kupó!

-Alex:Me las puedo apañar...Vete.

Otro ataque le alcanza.Tiro de Ben y salimos corriendo.

-Yo:<<No me lo ha contado todo,kupó...>>

- Yo: T-Tengo que quitarme esto de encima pero ya.

Pruebo primero con el uniforme. Me cuesta sacar los brazos. O las patas… lo que sean. Eso no me importa ahora. Lo más urgente es quitarme esto de una vez. Logro quitarme el mono, y a continuación rebusco por mi cuerpo alguna manera de quitarme el resto del disfraz.

- Yo: V-v-vale, ¿d-dónde está la cremallera?

Tengo unos temblores horrorosos, siento náuseas de nuevo y no puedo concentrarme en absoluto en lo que estoy haciendo. Tras mirar por todos lados y dar vueltas en el sitio, no encuentro ninguna forma de quitarme el disfraz, así que estoy igual que empecé. La diferencia es que ahora estoy en pelotas.

- Yo: ¡¡QUE ALGUIEN ME QUITE ESTO!!

Pero no hay nadie en casa. Nadie va a socorrerme. Tengo que salir de aquí y buscar ayuda. Vuelvo a ponerme el uniforme de nuevo, y camino hacia las escaleras. Las bajo poco a poco y en una postura bastante incómoda para no matarme.

Mis padres se han dejado la puerta de casa entreabierta. Parece que es la primera vez que tengo algo de suerte en todo este rato. La abro de golpe y salgo fuera.

- Yo: ¡¡QUITADME ESTO DE ENCIMA!!

La gente que pasa en ese instante, la mayoría disfrazada, se me queda mirando unos instantes antes de salir corriendo. Se oyen gritos de pánico.

- Yo: ¡¡PERO N-!! ¡¡QUE ME AYUDÉIS!!

No tardo mucho en quedarme solo. Me pongo a dar golpes contra el suelo, rabioso.

- Yo: ¡Qué asco de-!! ¡¡ARGH!!

No me queda otra que ir donde habíamos quedado todos. Parece que la gente no está muy dispuesta a ayudarme, así que prefiero ir con más cautela.

Y al llegar al sitio donde teníamos que encontrarnos, ocurre lo que ya me veía venir. No hay nadie. ¿Ahora qué hago?

Me voy a un lugar apartado y me siento en el suelo. Miro mi uniforme. Meto las… los cascos en los bolsillos, pero no hay nada. Ni siquiera el PipBoy, o en éste caso, PipBuck, me sirve; es de plasticucho. Me llevo los cascos a la cabeza, y noto algo en lo que no he caído hasta ahora. Littlepip es un unicornio, puede usar magia. ¿Y si ahora yo puedo también? Tengo que probarlo.

Miro a mi alrededor, y veo cerca de mí una lata vacía. La miro fijamente, y me concentro en hacerla levitar. Dudo que funcione, pero tengo que comprobarlo.

- Yo: Venga… sube…

Para mi sorpresa, un brillante haz recubre la lata, y ésta se levanta un poco. No es posible. ¿He hecho yo eso? Pruebo de nuevo, y la lata sube otra vez.

El éxito hace que me sienta mejor, pero no duro mucho en ese estado cuando recuerdo que levitar cosas no me va ayudar a quitarme el disfraz. Quizá en la tienda donde lo compré encuentre respuestas.

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La puerta está abierta de par en par. Entro en el establecimiento.

- Yo: ¿Hola?

Nadie contesta. La tienda parece estar completamente vacía. Apenas quedan disfraces colgados, cosa que me parece evidente. Me acerco a la trastienda, pero no hay señales de vida.

- Yo: A la mierda.

Salgo fuera rápidamente, cosa que no debería haber hecho, pues me topo de narices con un transeúnte que pasaba por ahí. Grita aterrorizado, y salimos corriendo en direcciones distintas. Ya estoy empezando a cabrearme un poquito. ¿Qué hago?

Recuerdo que hay otra tienda de disfraces no muy lejos de aquí, de la cual me hablaron hace poco. Supuestamente venden disfraces como el mío, así que quizá allí puedan ayudarme.


…

Cerrada. A estas alturas no sé si sorprenderme. Ya es muy tarde para seguir buscando, y tampoco puedo volver a casa con estas pintas. No tengo otra opción que acostarme sobre un montón de hojas secas que hay cerca de la tienda.

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El sol me da en la cara, y me despierta. Me incorporo, pero sigo tal y como estaba por la noche. De repente, oigo voces que no parecen venir de muy lejos.

- Voz 1: No te separes, kupó.

- Voz 2: Vale…

Me asomo a la esquina, y veo a una extraña figura dando la mano a un niño. ¿Es alguien con un disfraz? ¿Y si le ha pasado lo mismo que a mí? Será mejor seguirle y escuchar qué dice. Lo bien que me vendría ahora un sigilante…

Vale, ahora mismo estoy lo que se dice... En shock. Leviathan me mira, con sus ojillos negros, por encima de mi cabeza.

- ¿Có-como...? ¿P-por qué...? ¿¡QUÉ COÑO PASA!? -intento decir, pero mi boca no se abre, es más, en vez de producir palabras mi boca sólo produce un gritito de dolor.

Mi boca está LITERALMENTE COSIDA. Me la tapo, intentando respirar por la nariz. Ahora Leviathan me mira preocupado.

-My lady, ¿estáis bien? ¿Queréis sentaros? -Leviathan clava su cola en el suelo, girando el resto de su cuerpo hasta formar un asiento. En vez de preguntar, me siento directamente sobre el improvisado taburete. Sorprendentemente, es cómodo y recio.

-My lady, si queréis hablar conmigo, ya sabéis que puedo escucharos a través de vuestra mente -me dice el parásito.

"Leviathan... Yo... No soy Squigly. Pero ciertamente lo parezco. Esto es un disfraz que, por alguna razón, te ha dado vida, y a mí me ha convertido en ella."

Spoiler:

-Lo sé, my lady. Pero eso no quiere decir que no vaya a trataros como a ella, ¿verdad? Escuchad, no sé por qué clase de magia este traje nos ha dado vida, pero sería buena idea ir a averiguarlo.

"Tienes razón. Volvamos a casa, y mañana buscaremos una solución. A todo esto... ¿Estás detro de mi cabeza de verdad?"

Como respuesta, bajo mi ahora hueco ojo izquierdo sale la cola de Leviathan, para después volver a introducirse por mi oído.

"Vale, eso ha sido... Muy raro. Un momento, ¡¿ESTOY MUERTA DE VERDAD!? ¡¿SOY UN MALDITO ZOMBIE!?"

-Asi es, my lady... ¿Es eso un inconveniente?

"Pues sí... Pero por el momento hay algo que quiero hacer..."

Escondiéndome en una callejuela cercana, me sitúo ante un cubo de basura. Asegurándome de que nadie me ve, me concentro en mi objetivo: el cubo. Sin saber realmente cómo, siento la fuerza de Leviathan y la mía a la vez. Llevo un brazo hacia atrás, y siento un destello de poder en mi espalda, como si se hubieran desplegado unas alas invisibles, y la cabeza de Leviathan brillando con un fuego rosa sobre mi cabeza.

"Dragon's breath seria!"

Lanzo mi puño hacia delante, y la boca de Leviathan se sitúa delante de mi puño, de manera que lo que lanza el cubo, estampándolo contra la pared, es el poder combinado de ambos. De igual manera que yo vuelvo a una posición normal, Leviathan rodea mi cuerpo con su cola.

"Bueno, bueno... Esto no esta tan mal después de todo... Pero por ahora es mejor volver a casa. A estas horas ya se habrán dormido mis padres, así que no pasará nada con que no pueda hablar. Sólo espero poder quitarme esto sin marcas, porque me costará bastante explicar por qué tengo agujeros en la boca como si me la hubiera cosido. Y la excusa del maquillaje no creo que funcione."

-Como deseéis, my lady.

"Es cierto que eres realmente adorable" pienso mientras le acaricio la cabeza. Él ríe jocosamente mientras caminamos de vuelta a casa, pero algo se interpone en nuestro camino. Es una persona encorvada, cubierta de negro, y da bastante miedo. Me pongo en posición de ataque, y Leviathan también se pone en guardia.

-Tranquila, no voy a hacerte daño. Sólo quiero que me respondas a algunas preguntas... ¿Te has mirado la mano derecha desde que saliste de casa? ¿Has intentado quitártelo? -pregunta el extraño con una voz grave.

"Leviathan... Quieto. No lo he comprobado, realmente."

Levantándome la manga derecha, compruebo con horror que ahora mi brazo no tiene carne ni músculos: los huesos están al desnudo completamente. Rápidamente, en un ataque de pánico, intento sacarme las mangas, pero estas parecen pegadas a la piel. Miro al desconocido, buscando respuestas.

-Deberías sentarte... Podrías caerte de la impresión con lo que voy a contarte ahora.

Yo:Me lo suponía, nadie iba a venir,encima que hoy llevo todo el maldito dia buscando un disfraz y ahora para nada.

En ese momento me encontraba,indignado,defraudado, ya no sabía que hacer ahora.

Yo:espera...ya lo tengo..

Cogí mi móvil e hice unas llamadas a mis amigos,pero no sirvió para nada.Finalmente me dirigí a mi casa muy molesto por lo que ocurrió.Miré por los alrededores de la casa y no había nadie

Yo:tal vez estén todos con sus amigos celebrando Halloween ¿y yo? Aquí en casa metido sin hacer nada excepto ver la tele

Me quité el disfraz y me puse un pijama que tenía ya preparado por la noche.

Mientras miraba en el sofá la tele, a veces, desviaba mi mirada hacia en el traje.

yo:ni me acordaba de lo bien que me quedaba.

Tenía ganas de volvérmelo a poner, me sentía muy bien la ultima vez que me lo puse, pero esa sensación desapareció cuando escuché un grito.

Voz:¡¡¡¡Socorro que alguien me ayude!!!

No tuve tiempo de pensar, no sabía que pasaba, no podía ignorar aquel grito, rápidamente me quité el pijama y me puse lo primero que vi y de que mas tenía ganas de ponerme, el disfraz y salí de la casa.

Observé como dos matones estaban amenazando a un chaval quitándole las golosinas que había conseguido y se la lanzaban uno al otro.

Matón:venga cógelas si puedes enano.

Matón 2:jajaja si hasta das pena.

Mientras veía esa escena un flash me vino en la cabeza,recordando esos malos momentos en el pasado sufriendo por ese acoso todos los días pero gracias a mi hermano siempre me defendía.

"Ese joven no merece pasar por lo que yo una vez pasé y menos...¡Solo!,¡Necesita mi ayuda!"

Mis ganas de hacer algo se impulsaron tanto que a tal momento en que no pude evitarlo.Me dirigí corriendo hacia donde estaban esos dos matones.

Yo:¡Hey vosotros dejarlo en paz!

Los dos rápidamente desviaron mi atención sobre mí.

Matón:¿pero tu quien cojones te crees? ¿El héroe que puede contra todo?

Matón 2:Démosle una lección

Uno de los dos se me acercó y me iba a propinar un puñetazo.En ese momento sentí una sensación, como si supiera que hacer y me sintiera más fuerte.

Lo contraataqué  con un puñetazo en el estómago y dejándolo durante un momento con mucho dolor para después,con una mano agarrarlo del cuello y sacando mi porra con la otra, para propinarle un golpe en una de sus piernas consiguiendo que no pudiera moverse durante unos minutos.

Matón 2: Serás cabronazo,¡Te vas a enterar!

Sacó una navaja, y se acercó hacia a mi, intentando apuñalarme en el pecho, rápidamente lo esquivaba, dando rápido pasos hacia atrás.

Llegó un momento en que sabía como contrarrestarle y ,cuando falló en uno de sus últimos intentos de apuñalarme contraataqué con mi porra extensible golpeándolo en su muñeca, consiguiendo que tirara el arma y  propinarle un puñetazo haciendo que lo tirara contra el suelo

El otro matón, se recuperó y se fue a ayudar a su compañero.

Matón 2:mejor larguemonos

Matón:¡¡nos la veremos a ver y ahí traeremos a nuestros amigos!!

Dijo mientras corría con su puñetazo bien dado y el otro cojeando.

Guardé mi porra y agarré la bolsa donde estabas  las golosinas y se las ofrecí al joven, que estaba muy asombrado con lo que había visto.

Yo:aquí tienes..

Joven:mu..muchas gracias!

Agarró el joven la bolsa y se fue corriendo.

Aún no sé como pude propinarles esos golpes, sentí ese instinto , de saber el momento exacto para contrarrestar sus golpes.

Me senté en un escalón de mi casa reflexionando de cómo podía utilizar mis nuevas habilidades.